Como ciudadano, me dirijo a ustedes para proponer una reforma educativa realista y urgente: sustituir progresivamente la Formación Profesional tradicional por Escuelas Taller y Talleres de Empleo, gestionados con fondos públicos, que garanticen experiencia laboral real, formación práctica, y contratos formativos desde el primer día.

Esto permitiría:

Reducir el abandono escolar y el desempleo juvenil.

Reorientar a adultos sin empleo hacia oficios con alta demanda.

Acercar la formación al entorno laboral real (ayuntamientos, empresas locales, obras, servicios...).

Potenciar la igualdad entre comunidades autónomas con una red estatal mínima garantizada.

El Senado, como cámara de representación territorial, puede liderar esta propuesta instando al Gobierno a elaborar un Proyecto de Ley nacional de Escuelas Taller y Talleres de Empleo.