Pregunta para Parlamento de Catalunya

Soy Mónica y tengo TLP. ¿Cuándo harán campañas de sensibilización sobre los trastornos mentales para educar correctamente a la ciudadanía, ayudar a prevenirlas y romper estigmas?

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Mi nombre es Mónica, tengo 24 años, soy de Barcelona y tengo Trastorno Límite de la Personalidad. 

Las personas con trastornos mentales sufrimos un constante rechazo por parte de la ciudadanía. Estas enfermedades siguen estando envueltas en estigmas y prejuicios, siendo todavía un tema tabú, algo de lo que no está bien visto hablar. Según la OMS, El 9 % de la población tiene algún tipo de problema de salud mental y el 25 % lo tendrá en algún momento a lo largo de su vida. Pero se sigue sin hablar ni educar sobre ello. Mi historia es una de muchas entre las personas que padecen estos trastornos, pero quiero alzar mi voz y dar visibilidad a esta situación.

Recibí el diagnóstico del TLP en la Clínica Llúria de Barcelona. Tenía 18 años y era la tercera vez que me ingresaban en psiquiatría. Pero todo tiene unos inicios y una razón de ser. 

Mi infancia quedó marcada por problemas familiares y abusos en algunos ámbitos de mi vida.. Cuando eres un niño y te sientes desprotegido, sin apoyo alguno, no sabes cómo encajarlo. Me aislé durante los últimos años de primaria. Eso afectó a mis estudios, nunca hacía los deberes ni podía esforzarme, aunque después en los exámenes sacaba buenas notas. 

Cuando tenía 13 años, un chico abusó de mí sexualmente. Cuando eres tan joven no sabes distinguirlo, no conoces otra cosa y crees que eso es lo normal. Fue pasados unos años que me di cuenta que eso no era correcto, pero en cierto modo ya me había causado heridas irreversibles. En mi temprana adolescencia desarrollé Anorexia y Bulimia, algo que ya venía arrastrando desde la infancia. Me derivaron a un psicólogo que dijo que podía tener depresión, ansiedad, trastornos alimenticios y un posible Trastorno Bipolar. 

Ya en Bachillerato, me derivaron al psiquiatra y me empecé a medicar. La medicación me impedía concentrarme, por lo que tuve que dejar los estudios. Me llevaron a un hospital de día, donde me cambiaban la medicación cada dos por tres. Me sentía una cobaya de laboratorio. La medicación me atontaba. Empecé a tener desajustes hormonales, a veces se me cortaba la regla. Ahí empezaron las autolesiones, que durarían tres años. Lo haces para olvidar el dolor emocional y centrarte en el físico, para canalizar la frustración, el enfado. 

Me ingresaron en la UCA de Sant Boi. Pasé todo ese tiempo encerrada en una habitación. Era verano y no nos dejaban llevar ropa corta. Por suerte, mi conducta fue buena y pronto salí de allí. Posteriormente fui ingresada en la planta de agudos del Hospital del Mar. Fueron tres semanas de las que no me acuerdo de nada, solo recuerdo tomar la medicación. Como seguía mal, me ingresaron en la Clínica Llúria, donde hice algunas terapias y me diagnosticaron el Trastorno Límite de la Personalidad. De ahí salí peor de lo que había entrado. En todos los centros no nos dan información sobre la medicación que nos hacen tomar ni nos dan acceso a nuestros informes clínicos. 

Poco a poco me fui recuperando, pero pasé por un síndrome de abstinencia muy fuerte debido a todos los fármacos que me habían estado recetando durante todo esos años, y me he ido recomponiendo. 

Considero que a día de hoy no se educa como es debido a la población. Con una buena educación y conocimiento sobre estos temas, las personas pueden conocer las consecuencias que sus actos pueden causar en los demás y evitar heridas irreparables. 

Hay enfermedades, como la depresión o la ansiedad, que están extendidas entre la población española. Hay muchas campañas de prevención sobre el tabaquismo, el cáncer u otras enfermedades comunes, pero las enfermedades mentales también están ahí, y también afectan a tu salud. No se trata de un caso aislado, sino que con el actual estilo de vida se intensifican. De la misma forma que se educa y sensibiliza a la población sobre los anteriores temas, también deberíamos de hacerlo con los trastornos mentales. 

Por este motivo, considero que se deberían de lanzar campañas de sensibilización, para evitar que las personas dejen de ver las enfermedades mentales como temas tabú y puedan requerir ayuda si lo necesitan. 

Me dirijo a los políticos del Parlament de Catalunya para que tengan en cuenta esta situación y destinen más recursos en campañas de sensibilización para que las enfermedades mentales dejen de ser tabú.

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Pregunta dirigida a: Parlamento de Catalunya