¿Por qué las mujeres jóvenes no tenemos acceso a pruebas de prevención del cáncer de mama?
Mónica García Gómez

La rehabilitación y el tratamiento de las secuelas es tan importante como el tratamiento de lo inicial


Hola Ana, 
lo primero te deseo mucha fuerza y ánimo para continuar con el proceso en el que estas inmersa.  

Por un lado, la realización de pruebas de precoz de cáncer de mama en menores de 50 años es una actividad no recomendada por las principales sociedades científicas relacionadas con el cáncer y con la prevención a nivel mundial por criterios técnicos (alta tasa de falsos positivos que lleva a alta tasa de pruebas diagnósticas invasivas y también muchos falsos negativos que lleva a retrasar la consulta cuando aparece algún síntoma). Sin embargo, no podemos desligar esto del problema añadido y los riesgos que implica precarizar nuestra sanidad pública lo que supone entre otras consecuencias los mencionados retrasos en la atención y pruebas que son determinantes para la salud y la calidad de vida de la ciudadanía. 

Este es el triste resultado de años de recortes y privatizaciones, un sistema incapaz de dar respuesta a las necesidades de la población, en la Comunidad Autónoma que menos gasta en la sanidad de su población. A esto debemos sumarle que el sistema sanitario sigue teniendo una visión muy curativa y muy poco rehabilitadora como comentas. No podemos permitir que las secuelas o efectos adversos de tratamientos sean costeadas por la población y se produzca un abandono público sobre esa situación. El caso del linfedema en pacientes con cirugía de mama es muy paradigmático y el hecho de que no se incluya en las prestaciones del sistema sanitario genera fuertes inequidades que deben poder resolverse porque hay mucha gente que no puede acceder. 
Necesitamos una sanidad pública con inversión suficiente para poder dar a las personas la atención que necesitan, tanto en calidad como en tiempos, y que piense que la rehabilitación y el tratamiento de las secuelas es tan importante como el tratamiento de lo inicial, sin duda. 

De nuevo, mis mejores deseos para ti y un abrazo


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Mónica García Gómez
 Galdera ¿Por qué las mujeres jóvenes no tenemos acceso a pruebas de prevención del cáncer de mama?

Hola,

Me llamo Ana, tengo 35 años y estoy venciendo un cáncer de mama. Tras someterme a una operación y un tratamiento de quimioterapia y radioterapia, respectivamente, ahora estoy en proceso hormonal. Y he seguido todo este procedimiento por medio de la sanidad privada.

¿Cómo empezó todo? Bien, hace un tiempo decidí hacerme un seguro médico privado, ya que tenía unos bultitos pequeños en un pecho. Por lo que, cada seis meses, me examinaban y controlaban. Pero en una revisión, en noviembre de 2019, vieron que tenía un carcinoma ductal infiltrante, apenas 11 mm pero bastante agresivo. Había que intervenirlo cuanto antes.

Cuando me lo diagnosticaron decidí asistir a mi médico de cabecera, pero lo cierto es que la tardanza y las formas me obligaron a seguir todo el proceso por la sanidad privada, como había estado haciendo hasta entonces: congelación de óvulos, operación, quimioterapia, radioterapia y tratamientos hormonales posteriores. Cuando me dieron cita en la seguridad social yo ya me había operado e iba a empezar con la quimio. ¡No podría haber esperado tanto! Aun así, día de hoy sigo sin tener una respuesta en firme por su parte. 

Mi experiencia me ha dejado ver que LA PREVENCIÓN FRENTE AL CÁNCER DE MAMA EN MUJERES JÓVENES NO EXISTE. Y mi pregunta es: ¿Por qué? Cada día más mujeres, y cada vez más jóvenes, padecen cáncer de mama. Sí, es cierto que es un cáncer en el que se ha avanzado mucho, pero sigue siendo muy peligroso, y muy metastásico. Representantes de la Asamblea de Madrid, mi ciudad: Necesitamos campañas de prevención y más recursos destinados a su investigación.

Terminé el tratamiento de quimioterapia el pasado 5 de agosto, y la radioterapia el 20 noviembre. Ahora estoy en plena terapia hormonal, pero… ¿Sabéis qué? El camino no termina aquí. Cuando superas un cáncer de mama, te enfrentas a una carrera de fondo y las secuelas te persiguen durante mucho tiempo. Cuando te sometes a una operación y un proceso como el mío, corres el riesgo de que se produzca un linfedema, que desarrollaría a su vez una hinchazón del brazo. No puedo coger más de 2 kg de peso, no puedo hacerme un leve corte, no me puede picar un simple mosquito. La vida cotidiana se nos complica a niveles que muchos desconocen. ¿Por qué no se habla de esto? ¿Ni del desembolso económico al que nos debemos someter muchos pacientes oncológicos como yo?

Me gustaría poder acceder a la sanidad pública en los tiempos y condiciones pertinentes para llevar a cabo este proceso de rehabilitación. ¿Será posible esta vez?

Sortzailea
Ana Ruiz Arjona Ana Ruiz Arjona
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2021.01.12

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