Padecí un astrocitoma pilocítico con 11 años. La investigación es fundamental, así como concienciar sobre el cáncer a los jóvenes para desmontar el tabú y proporcionar herramientas frente una realidad cotidiana en muchos círculos de amistad y familiares
Ez dago galderaren erantzun gehiago
Concep Cañadell

Es vital que se pueda prevenir antes, poder diagnosticar una enfermedad en el minuto uno salva vidas.


Hola Andrés, gracias por hacer llegar tu pregunta a través de Osoigo.

Decirte que en España se diagnostican cada año mil casos de cáncer infantil, aunque se habla de que hoy en día el 80% de estos casos sobreviven. Es buena noticia, pero el objetivo es que la supervivencia sea del 100%. 

En lo que se refiere a la atención temprana, es que hemos pasado una pandemia que ha tensionado la Atención Primaria mucho más de lo que estaba por no tener los recursos económicos suficientes. Este capítulo ha agravado la Atención Temprana, es vital poder prevenir, pero yo creo que es fundamental la colaboración público-privada para poder disponer de un buen servicio. 

Es verdad que muchos de estos programas que pueden llegar a prevenir pueden partir originariamente del ámbito público. Por poner un ejemplo, la Diputación de Lleida llevó a cabo hace unos años un programa de cribado de cáncer de colon con fondos propios, llevó autobuses a todas las comarcas y rincones para que se pudiese hacer. Esto no lo hizo un hospital, sino la Diputación en colaboración con el hospital.

Si nos referimos a la Atención Primaria, a Pediatría y a prevención, es vital que se pueda prevenir antes, poder diagnosticar una enfermedad en el minuto uno salva vidas. Esto es primordial y tenemos que ser ejemplares. Yo abogo por potenciar una Atención Primaria, destinar los recursos económicos necesarios para que sea del máximo nivel y para que estos grandes profesionales que trabajan con tensión puedan dedicarse y destinar tiempo para poder prevenir. 


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Concep Cañadell
 Galdera Padecí un astrocitoma pilocítico con 11 años. La investigación es fundamental, así como concienciar sobre el cáncer a los jóvenes para desmontar el tabú y proporcionar herramientas frente una realidad cotidiana en muchos círculos de amistad y familiares

Me llamo Andrés y vivo en Madrid. A finales de 2013 empecé a percatarme de que perdía visión. Estaba en época de exámenes cuando, durante una prueba, llegué a no poder ver lo que estaba escribiendo, así que mis padres decidieron llevarme a la óptica. Allí constataron que no veía ni de cerca de ni lejos, así que me derivaron al Hospital 12 de Octubre para que valoraran mi estado. Los médicos consideraron, de entrada, que no había de qué preocuparse y nos mandaron a casa. Como no nos quedamos tranquilos, decidimos acudir, al día siguiente, a un médico especializado en el Severo Ochoa. Este fue el que, después de realizarme algunas pruebas, se percató de que había alguna irregularidad ubicada en el nervio óptico.

Volví al hospital y esta vez pudieron dar con el diagnóstico: un cáncer llamado Astrocitoma pilocítico ubicado muy cerca del nervio óptico. Me ingresaron y después de menos de una semana me intervinieron quirúrgicamente. Durante la operación, no pudieron quitarme toda la masa existente, así que después de unos días, me colocaron un Port-a-cath y empecé a recibir un tratamiento de quimioterapia que duró casi dos años.

Con el tratamiento, empezaron a aparecer efectos secundarios severos: no podía escribir porque las manos me quedaron afectadas, tenía muy mala visión, me afectó, también, los pies. Además, la enfermedad supuso que estuviera dos años sin acudir ni al colegio ni al instituto. La realidad de un niño que por aquel entonces hacía sexto de primaria cambió por completo.

La palabra cáncer, hasta el momento posterior a la intervención, no me la habían dicho como tal. Un día, mientras me suministraban quimioterapia, una psicóloga voluntaria perteneciente a una asociación, acudió a mi habitación para ofrecerme ayuda. Accedí a visitarme con ella de vez en cuando y fue durante estas sesiones que entendí la realidad de mi diagnóstico. De entrada, me costó asimilarlo, pero con el tiempo aprendí a conllevar la situación.

Es por lo presentado que considero imprescindible que se fomenten campañas de visibilización y de concienciación sobre el cáncer y sobre la posible afectación de la enfermedad en muchos círculos tanto de amistad como familiares para, frente a un diagnóstico, poder entender la realidad y hacer más llevadero el proceso de enfermedad. No es lógico que teniendo en cuenta la incidencia poblacional de afectación del cáncer, este siga siendo un tema tabú y que, en consecuencia, de tanto miedo afrentarlo. Además, creo que la sociedad debería de saber que la enfermedad puede afectar a personas de todas las edades y, sobre todo, que cáncer no es un sinónimo de muerte.

También pienso que las instituciones deberían de apostar a nivel económico para la investigación. Creo imprescindible hacer todo lo que esté en nuestras manos para avanzar hacia la curación, pero también hacia tratamientos menos agresivos.

Sortzailea
Andrés García Andrés García
25 de 500 Apoyos
2022.08.19

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