Me llamo Yuliia, resido en Málaga y tengo un hijo con autismo. Notamos los primeros síntomas un poco antes de lo dos años de edad, pocos meses después, nos dieron el diagnóstico; recibe terapias y apoyo prácticamente a diario, además de todas las correcciones que llevamos a cabo en casa para su correcto desarrollo. Lo más difícil para él es la comunicación, se le hace cuesta arriba y es en la parte que más tenemos que incidir. 

Cuando diagnostican de TEA a uno de tus hijos, te cambia la vida por completo; he cambiado mi carrera y mi trabajo para tener más tiempo, poder permanecer más cerca de él y poder pagar todas las terapias que requiere. No hay mucha información sobre el tema, y mucho de lo que sabemos, lo hemos aprendido por nuestra cuenta, he leído un sinfín de libros sobre el tema y realizar varios cursos; todos en casa colaboramos y seguimos pautas para ayudarle en cosas como el hecho de hacer preguntas, pausas… La única ayuda que recibimos es atención temprana una vez a la semana, no nos da para nada más, el resto de terapias y cosas que el niño necesita, corren de nuestra propia cuenta; llevamos meses esperando a ver si nos conceden o no una beca, el año pasado nos la denegaron; alegan que hay que esperar casi dos años, es una auténtica locura y no recibimos ninguna ayuda más por el momento. 

Actualmente acude a un colegio ordinario en un aula ordinaria pero recibe apoyo varias veces por semana. Necesitamos más terapias y apoyo económico para poder otorgárselas, requieren unas 20 horas semanales de apoyo, y solo nos conceden una, es enormemente insuficiente; más profesionales especializados que atiendan a estos niños en los colegios. Además, no pueden tardar dos años en conceder una discapacidad, es mucho tiempo y tenemos que pagar muchísimas cosas que la sanidad pública no nos puede otorgar.