¡Hola! Soy Sebastián Di Doménico, un biólogo y fotógrafo que ha recorrido Latinoamérica buscando retratar las especies y lugares más recónditos del continente. En mis viajes por los ecosistemas colombianos he encontrado que pese a tener leyes sobre la conservación, cuidado y promoción del medio ambiente, estas no pasan de ser un papel. 

El Gobierno Nacional realmente no muestra interés por las zonas más prístinas del país y, por ende, hoy se han convertido en objetivos para las economías ilegales, propulsando la tala indiscriminada de árboles, ganadería extensiva, cultivos ilícitos e incluso sirviendo de escondite para grupos delincuenciales.

Cada región del país y cada ecosistema enfrenta una problemática distinta, pero todas bajo el abandono histórico del Estado. 

Un ejemplo de ello es la Amazonía que hoy tiene la tasa de deforestación más alta en todo el país. Aun cuando el Ejército Nacional hace parte de operativos para su contención, el verdadero problema radica en que no hay ningún tipo de judicialización para quienes talan ilegalmente. Además, este enfoque de contención y no de prevención no contempla que hay diversos factores que contribuyen a que la cifra no disminuya. 

Necesitamos generar desarrollo en estas zonas para que los campesinos tengan más oportunidades de subsistencia y no sean usados por grupos ilegales o grandes terratenientes en la deforestación. Necesitamos dar oportunidades para diversificar la economía y que la ganadería no sea  el único sustento de las comunidades rurales.

Hay una clara falta de interés en capacitar al personal de cuidado. Hace poco tuve la oportunidad de compartir con 10 guarda parques del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete y, de ellos, 8 no habían nunca entrado al parque y solo 1 conocía los tepuyes -sus mesetas de roca que son su mayor atractivo turístico. 

En algunos casos, como el del parque Chiribiquete, el único turismo posible es por medio de avionetas, lo cual es mucho más costoso que ir a Miami y, paradójicamente, no deja ninguna ganancia al parque o sus comunidades. Por ello, deberían ser contempladas opciones como hacer turismo responsable en las fronteras de los parques más que en su interior, permitiendo la pedagogía y el cuidado de tesoros naturales.

Por supuesto, es necesario que haya una legislación fuerte en cuanto a la protección de los ecosistemas colombianos y sus especies, pero, en realidad, la prioridad es obtener las garantías para el cumplimiento de dichas leyes.

Tú puedes ayudar firmando y compartiendo esta petición para que logremos 350 apoyos en Osoigo.com. Así, mi pregunta obtendrá una respuesta y juntos podremos cuidar de los tesoros naturales de nuestro país.