Mi hija Génesis es una niña transgénero de 14 años. Hoy ella es una niña feliz, segura, con personalidad y le encanta ir al colegio, pero lamentablemente esto no siempre fue así.

Desde los 2 años, apoderadas y tías del jardín se referían a ella como “la guagua gay”. A esta misma edad, una de las apoderadas la quemó al pasarle una taza con agua hirviendo y a Génesis se le dio vuelta encima. Ese mismo año llegó del jardín con una orejita cortada por una tijera y le echaron la culpa a un niño.

A los 4 años su psicóloga me decía que le enseñara a “ser más hombrecito”. Luego a los 6, una psiquiatra me recomendó hormonarla para que pudiera crecer, porque según ella no se le habían desarrollado las hormonas masculinas.

Cuando tenía 8 años, un profesor la humillaba constantemente y sus compañeros la molestaban, tanto así que un día la empujaron contra un basurero que le provocó un corte en la frente. Y así muchos otros episodios que Génesis ha tenido que vivir por culpa de la poca empatía y falta de educación respecto a los niños, niñas, adolescentes y adultos trans.

Por suerte, una de las psicólogas que vio a Génesis a esa edad en que no quería ir al colegio porque lo estaba pasando pésimo, le explicó que no era gay como ella pensaba, sino que era una niña trans. Nosotros no teníamos esta información ya que nadie nunca nos explicó, y en ese momento Génesis comenzó su transición. En este proceso la hemos apoyado y enseñado a amar el cuerpo que le tocó, tratando siempre de que sea una niña feliz.

Los niños y niñas trans son muy valientes, ya que primero deben reconocerse ellos mismos y luego contarle a su círculo. En este sentido, es necesario que los adultos estemos educados para que sepamos reconocerlo.

Es indispensable que, a los profesionales de la salud, parvularias, profesores y a los padres se nos eduque para reconocer cuando un niño o niña es trans y así poder acompañarlos de la mejor manera en sus procesos. Es importante ya que, en el caso de Génesis, hubiera sido todo muy distinto si yo hubiera contado con la información desde que ella tenía 2 años. De esta manera podemos prevenir episodios de bullying y vulneración de sus derechos, y contribuir para que tengan infancias más felices.

Es por esto que me dirijo a nuestras autoridades y representantes políticos, para preguntarles qué medidas proponen para que se eduque a los profesores, parvularias, profesionales de la salud y a los padres en cuanto a niñas y niños trans. Es necesario que todos sepamos reconocer la identidad de género y orientaciones sexuales para así ayudar a que los niños, niñas y adolescentes trans entiendan y enfrenten de la mejor forma posible su transición.

Te invito a que visibilicemos este tema. Si conseguimos 250 apoyos, esta pregunta llegará a las autoridades y representantes quienes nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web. Ayúdanos haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo, para que avancemos en la inclusión de las personas trans.