Desde Unió preferimos hablar de catalanismo más que de nacionalismo. Un catalanismo político que sin duda defienda con firmeza los intereses de Cataluña como nación; su cultura, su  lengua; su modelo educativo así como su autogobierno, pero que a la vez entienda que en un mundo cada vez más globalizado se ha de dar más valor a la cohesión de Cataluña como comunidad, que como país que divida fronteras.