Mi nombre es Maryan y llevo 14 años trabajando como taxista en Barcelona. 

Como en muchos sectores, la pandemia de la Covid-19 ha afectado gravemente al gremio de los taxistas, ya que nuestro trabajo se ha visto reducido drásticamente.

Nosotros hemos entendido que nuestro servicio se trata de un bien común. Nos hemos sentido responsables de dar servicio a las personas que lo han necesitado en estos momentos, la mayoría sanitarios, y nos hemos dado apoyo entre nosotros. 

Muchos taxis, aparcados en las calles de Barcelona, han sufrido roturas de cristales y otras consecuencias del vandalismo, provocando graves consecuencias para los taxistas. 

Ahora, ante la desescalada, nos preguntamos qué va a pasar con nuestro gremio. La reducción del ocio y del turismo nos perjudica directamente, y vivimos con la incertidumbre de cuándo podremos funcionar con normalidad. Nos parece esencial que los ciudadanos estén concienciados de que este sector no va a poder recuperar su actividad normal en mucho tiempo. 

Ante esta situación, me dirijo a los diputados del Parlament de Catalunya para que nos expliquen qué medidas van a tomar para concienciar a la población sobre esta situación y que el gremio de los taxis pueda volver a realizar su actividad normal.