Somos la agrupación Pemuco sin Termoeléctricas, Viva el Medio Ambiente. Nosotros nos organizamos pese a las dificultades, para defender nuestra tierra.  

Acá en Ñuble hemos vivido muchos conflictos ambientales. Hemos participado en el diseño de las políticas públicas de esta nueva región. Aunque nuestra participación no es vinculante, ejercimos presión para avanzar en temas que nos parecían importantes.

Vemos que en Chile hay planes para la protección de humedales, de glaciares y del agua, pero que no se implementan bien. No hay voluntad política para hacer valer la normativa medioambiental. Tenemos mucha esperanza en la nueva Constitución para que esta realidad cambie. 

Ahora visualizamos una nueva amenaza con las tierras raras. Se tratan de 17 elementos que no se encuentran en altas concentraciones en la naturaleza. Son muy escasos. Para producir un kilo de tierras raras se necesita mover una gran cantidad de material, lo que se transforma en residuos mineros, y como estas mineras se desarrollan a tajo abierto, significa una gran cantidad de desforestación. Contaminas agua y destruyes la flora y la fauna.

La explotación de las tierras raras es vital para las nuevas tecnologías, por eso son muy apetecidas por empresas multinacionales. Hasta ahora solo hay dos países que cuentan con la mayor cantidad de minerales que componen las tierras raras en todo el mundo, China y Chile, porque si bien hay otros países productores, cuentan con menos cantidad de elementos.

Estos proyectos están en estudios de concesiones. En Bío-Bío ya lograron una concesión. Entre Penco y la zona de Cobquecura se han otorgado 14 mil hectáreas para esta actividad.

El problema es que cuando se otorgan tantas tierras, se termina afectando a las comunidades indígenas y de arrieros que viven por acá. Gente de pocos recursos que quedan en medio de grandes industrias o que tienen que migrar a la ciudad. Somos una zona con escasez hídrica, siendo la mayor amenaza, la contaminación de los causes y la destrucción de las economías de subsistencia. La tierra cambia y la flora y fauna se ve vulnerada.

Le queremos decir a las autoridades que estos proyectos se deben someter a estudios y declaraciones de impacto ambiental, según corresponda. Actualmente no hay regulación alguna sobre las tierras raras.

¡Ayúdanos! Si conseguimos las firmas requeridas, las autoridades nos van a dar una respuesta en la página de Osoigo. ¡Firma y difunde por el medioambiente de nuestra región!