Hola soy Patricia, madre de Jose Manuel: 

Mi hijo con tan solo 14 años ha tenido que hacerse mayor de un día a otro. Y es que en junio del año pasado le diagnosticaron un meduloblastoma, un tipo de cáncer cerebral que comienza en la parte del cerebro llamada cerebelo.Desde entonces día a día lucha contra su enfermedad y las secuelas de su fuerte tratamiento. Una enfermedad que sería mucho más llevadera si en nuestro municipio, Jerez de la Frontera, hubiese mucho más recursos y mejores instalaciones. 

Si tengo que narrar todo el calvario que hemos vivido a lo largo de este último año todo comenzaría en pleno confinamiento cuando mi hijo Jose Manuel empezó a tener fuertes dolores de cabeza que le hacían incluso vomitar. Al mes ya no era capaz ni de mantener el equilibrio así que decidí llevarle al centro de salud. Su médico de cabecera aseguró que no era nada grave y que cada vez que le diesen esos dolores le diese espidifen de 600 o 400 miligramos. Pero los dolores eran tan fuertes que no se le pasaba ni con un Nolotil. 

El día 1 de junio de 2020 mientras se tomaba un espidifen se le cayó el vaso de agua porque dejó de sentir la mano, empezó a tener dificultades para hablar y comenzó a vomitar. Así que decidí meterle en la ducha hasta que se le pasó y fui directa al Hospital Universitario de Jerez. Una vez allí solo le dieron enantyum y nolotil hasta que el dolor desapareció y nos mandaron a casa. El 18 de junio le volvió a pasar lo mismo y volvimos al hospital, allí por suerte una doctora aseguró que no era normal lo que le sucedía siendo un niño de 14 años, así que le hicieron una resonancia y vieron un pequeño quiste en la cabeza.

De ahí nos derivaron al hospital de Cádiz, donde le hicieron una resonancia y el neurólogo nos confirmaba el diagnóstico de que Jose Manuel tenía un tumor en la cabeza. Le operaron el 24 junio en una operación de cuatro horas y media y ahí detectaron que era maligno. Para más inri, tras la operación le dió una rigidez en el cuello y comenzó con sudores. Según los médicos era por el paracetamol hasta que descubrieron que en mitad de la operación se infectó de meningitis y tuvo que estar una semana más ingresado con antibióticos. 

Al mes comenzó con sus 30 sesiones de radioterapia en la espalda y el cuello. En su primer ciclo empezó con fiebre y decidí llevarle a urgencias del Hospital de Jerez. Allí me encontré con una atención nefasta. Mi hijo, paciente oncológico estuvo esperando fuera del hospital en una silla de ruedas desde las 7 de la tarde hasta las 12 de la noche. Después le metieron en urgencias generales, que no pediátrica sin ningún tipo de control y sin aislamiento en plena pandemia, cuando es un paciente de riesgo. 

Y es que en el Hospital de Jerez de la Frontera no existe una Unidad Oncológica Pediátrica, por lo que mi hijo tiene que hacer todas sus consultas en Sevilla. Trayecto que hacemos en el mejor de los casos en ambulancia o en tren, algo que supone un coste además de un riesgo y malestar para mi hijo. Los pacientes oncológicos son los olvidados en Jerez de la Frontera, además de no ser atendidos con prioridad en plena pandemia siendo de riesgo. Tanto mi hijo como otros pacientes no tienen la prioridad que deben de tener.  

A todos los políticos del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera: ¿Para cuándo una Unidad de Oncología Pediátrica en el Hospital de Jerez de la Frontera? ¿Tienen en mente en el 2021 invertir y dar la misma prioridad a la investigación contra el cáncer infantil que al coronavirus?

Os ruego que me ayudéis  a difundir y firmar esta campaña por todos tus grupos y contactos de WhatsApp y Redes Sociales. Si conseguimos 300 apoyos, esta pregunta llegará a los distintos partidos políticos del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera, teniendo  la obligación de darnos una respuesta.