Mi nombre es Nora Gómez Sánchez y soy la hermana de Sara Gómez, la mujer de 39 años que falleció el pasado 1 de enero, luego de permanecer casi un mes en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Santa Lucía, debido a las graves lesiones que le dejó una lipoescultura a la que se sometió en Cartagena, Murcia. 

Sara que trabajaba como agente inmobiliaria y era madre de dos hijos, sufrió daños en numerosos órganos como los riñones, hígado, colon, intestino y duodeno, luego de la intervención realizada por el Dr. Javier Alejandro Masso del Canto, a quién contactó a través de redes sociales y que contrario a lo que expone en su perfil, era una persona que no contaba ni con la formación profesional necesaria ni con experiencia previa en este tipo de procedimientos.

Las circunstancias que rodearon su muerte ponen en evidencia la necesidad de legislar frente a las competencias profesionales de la Medicina en España. El problema radica en que cualquier licenciado en medicina aún fuera de su especialidad, puede llevar a cabo cualquier acto médico y debido a la alta y creciente demanda del mercado de la estética muchos médicos y cirujanos optan por realizar procedimientos relacionados, sin obtener la especialidad en Cirugía Plástica Reparadora y Estética y sin tener la experiencia necesaria.

La Sociedad Española de Cirugía Plástica estima que en nuestro país se realizan alrededor de 473.000 operaciones de este tipo al año, es decir cada hora 53 personas son operadas. Adicionalmente, la lipoescultura es la segunda intervención más demandada en mujeres, la primera en hombres y se estima que se practican alrededor de 32 procedimientos al día. Frente a estas cifras tenemos una grave alarma pues se calcula que sólo 1 de cada 10 médicos tiene la especialidad necesaria para realizar estos procedimientos. El Dr. Javier Alejandro Masso del Canto, actualmente investigado por la muerte de Sara, hizo diversos cursos y másters de corta duración y escasa preparación en los que supuestamente obtuvo las competencias para realizar procedimientos de alta complejidad, con técnicas innovadoras no avaladas por las autoridades médicas españolas y que desde luego no son homologables.

En octubre del año 2020 el Senado y el Parlamento han hecho eco frente al vació legal existente en cuanto a las competencias profesionales en medicina, por unanimidad se aprobó entonces una moción para comunicar al gobierno sobre el problema y la necesidad de legislar, pero a la fecha no se ha hecho nada más y con el paso del tiempo no sólo Sara ha perdido la vida.

Lanzo esta campaña porque es importante que no se olvide lo ocurrido con mi hermana. Es urgente que siga haciéndose evidente el grave peligro que corre la vida de miles de personas que buscan realizarse procedimientos de orden estético en España. Necesitamos dar visibilidad a esta situación y que se legisle para que sólo los profesionales debidamente capacitados puedan llevar a cabo estas intervenciones. Pedimos además que el supuesto autor del fallacimiento de Sara sea suspendido cautelarmente.

Pregunto a los políticos: ¿qué se está haciendo frente a la urgente necesidad de legislar para que sólo los médicos debidamente formados y acreditados puedan realizar procedimientos estéticos? ¿Por qué las salas de cirugía en España no tienen cámaras que permitan esclarecer las malas prácticas médicas que le cuestan la vida a miles de personas?

Pido vuestra ayuda firmando esta campaña para alcanzar los apoyos requeridos y así poder obtener una respuesta en la web de Osoigo. Quiero que mi mensaje llegue a muchas personas y que el caso de mi hermana no quede en el olvido así que si podéis ayudarme a compartir os agradecería. ¿Cuento con vuestro respaldo?

Pronto se reanudarán los trámites legales en los que tendrán que declarar los presuntos culpables de la muerte de Sara, esto ayudará a dar visibilidad a la grave realidad que tenemos en nuestro país frente a la Cirugía Plástica y espero que ayude a que se legisle pronto.

*Es importante que cada persona que quiera realizarse un procedimiento estético verifique en la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), si el profesional seleccionado para el procedimiento está capacitado y titulado para llevar a cabo la intervención. Puedes ver todo lo relacionado AQUí.