Mi nombre es Nicole, vivo en Quilicura (Región Metropolitana) y soy mamá de Trinidad, una niña de 6 años que fue abusada sexualmente.

El 5 de marzo de 2021 fui con mis hijos a la casa de mi suegra. Cuando íbamos llegando, mi hija me dice “tengo algo que contarte” y se pone a llorar. Fue ahí cuando me contó que la pareja de la vecina de mi suegra, llamado Luis Valenzuela Silva, había abusado de ella hace una semana.

Durante esa semana que Trinidad calló, no podía dormir, se despertaba llorando, se orinaba en la cama y yo pensaba que era por cosas que vio en Youtube que la podían haber asustado. 

Este abuso ocurrió un día que dejé a Trinidad a cargo de mi suegra en su casa, donde tiene una peluquería. Era común que ella la cuidara cuando yo tenía que hacer trámites. 

Ese día fue a la peluquería a teñirse el pelo la vecina, acompañada de su pareja, Luis Valenzuela, quienes eran cercanos a mi suegra. Mientras estaban lavando el pelo, Trinidad por su parte estaba jugando cuando este señor la tomó, la sentó a su lado, le tocó sus partes íntimas, la besó y la amenazó con matarla y llevársela lejos si ella le contaba a alguien.

Desde que pasó esto Trinidad lo ha pasado pésimo. Tiene sueños donde él la va a matar, se despierta llorando, no puede dormir, no le gustan los cariños ni el contacto físico, tiene una actitud rebelde, entre otras conductas que esta situación tan traumática desencadenó.

Al hacer público este abuso, varias personas me contactaron para contarme que también fueron abusadas en su infancia por este tipo. Incluso este señor tiene una causa del 2020 por una violación a una niña de 9 años. Este hombre se cambió de casa, ahora no se sabe dónde anda y es un peligro para los niños y niñas que puedan caer en sus manos.

Luego de hacer la denuncia, a mi hija no le constataron lesiones, no la vio un médico, ni tampoco la derivaron a un psicólogo, y eso es lo que más necesita en este momento para poder recuperarse del daño enorme que le hizo este abusador a su corta edad.

La investigación está en curso, pero la audiencia que era para el 30 de marzo la postergaron para el 15 de junio y ahí recién van a ver si a mi hija la mandan al psicólogo. En esta espera que se hace eterna, mi hija sigue sufriendo sin la ayuda de un profesional y este abusador sigue gozando de su libertad e impunidad, siendo una amenaza para nuestras niñas y niños.

Los abusadores no pueden seguir cometiendo estas crueldades sin recibir las penas que merecen. Necesitamos saber qué medidas van a tomar para que se garantice justicia y apoyo para Trinidad y para todas las víctimas de abuso, además de garantizar una protección real a todos los menores.

Para lograrlo necesito el apoyo de todas y todos ustedes, ya que, si conseguimos 500 apoyos, esta pregunta llegará a los políticos que representan mi región, quienes nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web. Ayúdame haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo, por mi hija y por todos los niños de Chile.