Pregunta para Congreso de la República de Colombia

¡Las economías circular y solidaria son claves para la supervivencia humana y la protección del medio ambiente! ¿Cuándo se crearán proyectos de ley para fomentar la cultura de la reutilización y reducir el consumo innecesario?

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¿Cambiaste de comedor y ahora no sabes qué hacer con el anterior, que está en buenas condiciones? ¿Tus hijos crecieron y ya no usan esos juguetes apilados en el armario? ¿Dejaste a un lado varias ollas que aún funcionan porque solo usas la nueva freidora de aire? 

Quizás no sepas qué hacer con esos utensilios, herramientas, muebles, electrodomésticos y demás artículos que guardaste con la esperanza de regalar o darles una segunda oportunidad. Tal vez has pensado en botarlos a la basura para limpiar y recuperar varios espacios de la casa que están llenos de cosas innecesarias. 

Soy María Fernanda Ordóñez, creadora de ReViv.org –Recicla, Encuentra, Vive, Inventa y Valora-, una iniciativa que busca redefinir el valor de los objetos a través de su reutilización, donación y reciclaje, para prolongar su ciclo de vida y evitar que terminen en la basura.

Si te interesa conocer mi proyecto de economía solidaria y circular, sigue leyendo y da clic en apoyar para que un congresista colombiano responda mi pregunta. También, puedes compartir con tus contactos para que más personas conozcan mi causa. 

Soy de Bogotá, pero hace varios años vivo en Ginebra, Suiza. Trabajo con la Organización Mundial de la Salud –OMS en el área de comunicación del departamento de Contaminación del Aire y Cambio Climático y sus Efectos en la Salud.

El desempleo y las desigualdades sociales de mi país, me llevaron a pensar, en medio de la pandemia por COVID-19, en una forma de ayudar a quienes más lo necesitan; porque mientras unas personas desinfectaban y organizaban su vivienda, otras se quedaban sin empleo y sin tener dónde dormir.

Las donaciones eran un camino, sí, pero, ¿por qué no hacer donaciones conscientes en las que las personas tengan como motivación principal ayudar y no desechar? Entonces, investigué sobre la economía solidaria, en la que la base es el bien común y no el individual, y donde cada aporte representa un efecto multiplicador y las cosas se definen por su utilidad  y no por su precio.

Así nació la Fundación ReViv.org, un modelo enfocado en el bienestar común, generado a través de pequeñas acciones donde todos jugamos un rol de dar y recibir. Con el respaldo de mi mamá y su esposo, que viven en Chía, Cundinamarca, recolectamos en toda Bogotá los objetos que merecen una segunda oportunidad, y a quien los dona, le entregamos una planta como símbolo y parte del intercambio. 

Después de recoger, clasificar, lavar, organizar y hasta reparar ropa, juegos, libros infantiles, accesorios deportivos, electrodomésticos pequeños y decoración de hogar, realizamos bazares solidarios con apoyo de iglesias y colegios en las veredas de diferentes municipios, para que las personas de escasos recursos se lleven lo que necesiten a cambio de una contribución, que va desde los 1000 pesos, para seguir con nuestra recolección.

De esta manera, generamos un efecto multiplicador de la economía solidaria: las personas reconocen el esfuerzo y donan de corazón, y quienes reciben, aportan con entusiasmo. 

En un año y medio de trabajo, hemos realizado cinco bazares solidarios. En total, hemos recuperado más de un millón de objetos que tenían como destino los rellenos sanitarios y, asimismo, hemos ayudado a 180 familias vulnerables.

Nuestra idea a futuro es encontrar un espacio para almacenar los artículos y convertirnos en referente, mientras impactamos de manera social y ambiental. 

¡Menos consumo, más reutilización!

De otra parte, esta iniciativa contrarresta los efectos negativos del consumo, dado que busca valorizar todos los objetos e implantar un nuevo modelo sostenible de consumo, contrarrestando el mercado que nos exige comprar para obtener estatus. ¿La razón? Porque se estima que lo que se ha producido en el mundo puede cubrir las necesidades de las siguientes seis generaciones; no obstante, solo sobreexplotamos nuestros recursos y aumentamos, además, la brecha social entre las poblaciones.

En ese sentido, anhelo que en Colombia lo usado tenga el valor que se merece, que deje de ser visto como algo menospreciado o negativo. A los congresistas que manejan el tema ambiental, quisiera que me respondieran, ¿Por qué no regular la recolección y redistribución de los objetos usados? Hasta el momento no hay un sitio destinado para dejar la ropa, los juguetes o la cama en buen estado que le sirve a otra persona.

Aunque hay una reactivación económica en marcha, se concentra en el consumo, en tres días sin IVA en los que los colombianos se vuelcan a los almacenes a comprar lo que no necesitan en su hogar. ¿Por qué no hacer una reactivación a partir de lo que ya existe?

Necesitamos apoyo para impulsar iniciativas como ReViv, por eso también pregunto: ¿Cuándo se crearán proyectos de ley para fomentar la cultura de la reutilización y reducir el consumo innecesario?

¡La economía solidaria es clave para la supervivencia humana y la protección del medio ambiente! Recuerda dar clic en el botón naranja de apoyar y compartir con tus contactos para que mi petición tenga eco. 

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Pregunta dirigida a: Congreso de la República de Colombia