Pregunta para Congreso de la República de Colombia
¿De qué forma el Congreso de la República de Colombia, ayudaría y apoyaría de manera económica, psicológica y social a los acompañantes de personas con enfermedades u operaciones que viven el encierro en una clínica por un largo y prolongado tiempo?
¡Hola! Mi nombre es María Amparo Rincón y vivo en la ciudad de Bogotá. Estoy compartiendo con ustedes la historia de mi esposo, Angel Ricardo Gomez Posada un hijo, esposo, padre y abuelo excepcional, quién pasó por más de seis cirugías y batalló hasta el último día con todo el carisma que lo representaba, el calor y bondad de ayudar a los demás y la alegría y empatía por enseñar a todas las personas que quisieran aprender.
Hace aproximadamente 11 años, inició la primera cirugía de Angel Ricardo que cambió nuestras vidas. En ese tiempo, él estaba como profesor universitario y como director de la revista Deporte y Salud en honor a su hija. Y fue haciendo esa revista cuando sufrió una disección de la aorta superior inferior en el cuello. Ahí es dónde le hacen su primera cirugía grande y muy delicada por lo que estuvo en coma y le dio una isquemia cerebral. El médico nos dice que es muy difícil que continúe con vida, debido a la complejidad presentada.
Sin embargo, después de estar tres meses en coma, su corazón continuó latiendo y después de dos largos años, logró salir de este proceso y pudo volver a realizar cosas por sí mismo como hablar, comer, mover su cuerpo, pues nunca quiso depender de alguien. Siempre fue muy dedicado y con mucha voluntad logró sus objetivos y recuperó su movilidad al igual que su vida.
Estando en el hospital por varios meses, en repetidas ocasiones, vimos a nuestro alrededor la difícil situación que vivían las personas, como acompañantes, pues el enfermo está con los protocolos de ayuda necesarios, pero en este caso, la persona que lo acompaña, queda sin apoyo económico, psicológica y social por parte de la clínica o algún ente gubernamental.
Nos causó mucho impacto y en especial a él ver cómo las personas que estaban a nuestro alrededor que viene en Bogotá, en sus alrededores o fuera de esta ciudad no tenían ni para los pasajes, mucho menos para alimentarse, comprar todos los medicamentos, pagar un hotel o comprar los pañales de su ser querido hospitalizado.
Una de las fisioterapeutas de la Fundación Cardioinfantil, logró hacer que mi esposo caminara después de la primera cirugía y luego de este proceso el retomó sus clases en la universidad. Como anécdota de perseverancia, recuerdo que él tiraba el borrador al suelo para recordar alguna palabra que debía decir y no recordaba durante sus clases.
Fueron unos años muy satisfactorios para mi, esta fue una posibilidad que tuve de generar una mayor unión con él. Cada día, en cada cirugía que él vivió, su independencia y ganas de hacer las cosas por él mismo, lo hacía superar cada reto y cada incidente de la mejor manera y con actitud.
Las cirugías que a él le realizaron fueron, la cirugía disección de aorta inferior y superior en el cuello, la cirugía torácica, la cirugía de la aorta abdominal por una obstrucción intestinal y no le realizaron la de la aorta de las iliacas por el alto riesgo de quedar parapléjico o cuadripléjico. Pensamos en este momento después de tres meses de su muerte que ese aneurisma que tenía en las ilíacas fue la causa de su muerte. Todas las cirugías que él vivió fueron complicadas, en todas estuvo en coma y con diálisis, y en todas tuvo que aprender a caminar y su isquemia cerebral quedó con problemas en el lado izquierdo.
Su última cirugía en el 2019 fue una eventración gigante en el estómago. Después de vivir un momento complicado en ella, la cirugía fue un éxito y todas las partes fueron aceptadas por su cuerpo.
Tras su primera cirugía el empezó a escribir un libro titulado Cita con el bisturí, no obstante desde joven escribió varios poemas. También fue socio fundador por la fundación QUIPU AINY donde fue parte activa en la creación de la misma.. Luego de su muerte, continuó siendo una persona muy especial y lo demostró por última vez con una flores que me envió antes de partir que llegaron el día que fuimos por sus cenizas.
Finalmente, mi petición ante el Congreso de la República es, ¿de qué forma el Congreso de la República de Colombia, ayudaría y apoyaría de manera económica, psicológica y social a los acompañantes de personas con enfermedades u operaciones que viven el encierro en una clínica por un largo y prolongado tiempo?, sin tener ningún recurso en sus manos.
Debido a los casos comentado anteriormente y a todo lo que evidenciamos y vimos durante nuestro proceso, él sufría demasiado al ver como la mayoría de veces los acompañantes no tienen ningún recurso para vivir estos difíciles procesos y es por esto que deberían tener una ayuda o un subsidio para sobrellevar todo el cargo que conlleva tener una persona enferma de alta gravedad, pues la vida en una clínica para estas personas no es nada fácil y sí demasiado preocupante al no poder trabajar, ni poder comprar cosas tan elementales como un jabón para ellos mismo, o unos pañales para sus enfermos. El familiar que se queda ahí en la clínica, como acompañante, padece muchas dificultades.
De igual manera, agradecemos a la Fundación Cardioinfantil por todo el apoyo, cariño y trabajo de grandes profesionales. Por el trabajo de cirujanos, médicos, enfermeras y todo el equipo interdisciplinario él salió con éxito de la clínica. Solo nos quedan buenos recuerdos y mucho agradecimiento. Cabe recalcar que la historia aquí mencionada y todos los datos nombrados, son recopilados por una entrevista que me realizaron desde Osoigo.
Apoya y difunde esta petición, para lograr obtener una respuesta por parte de los políticos en la página de Osoigo. Si esta petición logra las 350 firmas será presentada a los Congresistas. ¡Todos podemos ayudar y realizar un cambio!