Mi nombre es Marbys Redondo, soy estudiante de Derecho de la Universidad de la Guajira y actualmente me encuentro en Bogotá, en la etapa final de mi carrera. Soy una mujer negra, soy del corregimiento de Camarones, Distrito de Riohacha, departamento de La Guajira.

Mediante esta campaña, busco socializar una falencia a nivel educativo en la Universidad de la Guajira, la cual consiste en la carencia de cupos especiales para las comunidades étnicas del departamento de La Guajira. 

La Guajira es un Departamento pluriétnico y multicultural, lo cuál debe ser tenido en cuenta por todas las instituciones para todos sus procesos. En este caso, deseo enfocar mi petición para que la Universidad de la Guajira, desarrolle una política que cree cupos especiales por programa, para las comunidades negras, afrocolombianas e indígenas, con el fin de que el ingreso, permanencia y graduación de estas poblaciones étnicas, se vea garantizado. Esto, conjugado con los demás programas que ya existen en el claustro universitario. Ligado a esto y en miras de garantizar la real implementación de los cupos especiales, las comunidades involucradas deben participar activamente en los procesos de admisión, con el fin de significar la necesidad crear un sistema de admisiones donde participen las autoridades étnicas y por esta razón, los exámenes de ingreso deben contener el enfoque étnico y diferencial inmerso.

Al carecer la Universidad de La Guajira de cupos especiales con un enfoque étnico y diferencial, se están excluyendo a los miembros de diferentes comunidades que componen el departamento de La Guajira.

De acuerdo a la importancia cultural que poseen estás etnias para el departamento, en el presente, el alma mater está haciendo más difícil la situación de dichas comunidades, de acuerdo al trato homogéneo con la que se están filtrando a los admitidos.

Esta falencia, nos permite observar que no se está garantizando la educación para las comunidades negras, afrocolombianas e indígenas en la Guajira, ni se están empleando enfoques diferenciales que involucren la participación de las autoridades étnicas presentes en el departamento; por ende, lo que se requiere es promover la creación de dichos cupos especiales y además un sistema de admisiones étnico y diferencial que garantice no solo el ingreso de las comunidades étnicas, sino también su permanencia y graduación, evitando así la deserción. Esto implica tener en cuenta la participación de las comunidades al momento de desarrollar un nuevo sistema de admisiones. 

Si tenemos en cuenta la situación del sistema educativo, especialmente en el Departamento de la Guajira, podemos observar que desde la educación primaria las condiciones son precarias. Por ello, esta campaña busca promover la atención de los legisladores hacia las falencias estructurales y esta propuesta que comparto a través de Osoigo, para que los procesos que involucran a las comunidades étnicas, tomen en cuenta su voz, sus necesidades y sus identidades a la hora de crear leyes y mecanismos en instituciones. 

Gracias a quienes han leído esta petición y a quienes la firman, necesitamos 350 firmas en la web de Osoigo para obtener respuestas por parte de los congresistas.