Las personas adultas estamos aquí para evitar la violencia gratuita en la infancia que no para de aumentar. ¿Cuándo tendremos un plan conjunto de actuación para prevenir el acoso escolar, el ciberacoso, el grooming y el sexting?

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Me llamo Lourdes Verdeja, fundadora de Tolerancia 0 al Bullying en Cantabria desde hace cuatro años. Soy madre de una niña que vivió acoso escolar y en lugar de lamentarme por ello, decidí juntarme con varias personas para hacer algo al respecto y reivindicar los derechos que tienen nuestros hijos e hijas. Quiero visibilizar la vulneración de sus derechos, además del maltrato que sufren. Muchos y muchas jóvenes no pueden soportar este tipo de situaciones y terminan suicidándose. La violencia gratuita no es buena para nadie.

Debemos tener mucho cuidado con el ciberacoso porque el acceso a los móviles y redes sociales cada vez se produce en edades más tempranas. Hay muchos tipos de ciberacoso como el grooming o el sexting, hay muchísimos peligros en las redes sociales. Los adultos no somos conscientes porque podemos caer muy fácilmente en estas trampas, no sabemos quién se encuentras tras esa pantalla, es muy fácil engañar sobre todo a niños y a niñas entre 10 y 12 años. Tras la pandemia hemos visto que han aumentado los casos de ciberacoso y creo que se debe a que no somos conscientes de la herramienta que le estamos dando a nuestros hijos e hijas sin que sepa utilizarla ni de los peligros que corren. Es primordial que antes de utilizar las nuevas tecnologías tengan conocimientos previos de los riesgos que esconden. 

Las niñas corren un mayor riesgo porque pueden terminar siendo víctimas de extorsión con el tema de las fotos y el sexting en las redes. Pasan sus fotos sin tener conocimiento de lo peligroso que es y por cualquier enfado con la otra persona, pueden terminar extorsionándolas. Estas personas que acosan saben que hacen daño pero no son capaces de cuantificar el daño que están ocasionando. Cuando se graban para pasárselo a sus parejas, son más casos de niñas las que lo hacen y luego se puede volver en su contra. 

Yo recomendaría a cualquier niño o niña que esté sufriendo cualquier tipo de acoso, que confíen en sus familias para explicarles lo que les está ocurriendo, deben pedir ayuda a una persona adulta. Que no se queden solos ni solas, que intenten confiar en alguien y que si esa persona no es la adecuada que busquen a otra pero que no se queden atrás. Con respecto a las redes sociales, como prevención les diría que no hablen con personas extrañas, que tengan grupos cerrados y que si ven algo raro que no duden en bloquear y ponerlo en conocimiento de una persona adulta.Estos consejos también se los daría a madres y a padres si ven a sus hijos o hijas aislados, con cambios de carácter o de alimentación. Que estén pendientes de esas llamadas de atención, sobre todo cuando se producen autolesiones. Hay que observar desde la distancia esos cambios y comprender que no son cosas de la infancia, algo está pasando. Los niños y niñas tienden a no contar porque tienen miedo o les da vergüenza, por eso es importante que las familias sean conscientes de estas señales de alerta.

Quiero señalar que no son cosas de niños y niñas, nos afecta a todos y a todas, debemos escuchar a estos y estas menores y hacerles caso. No se pueden politizar las cosas y hay que empezar a cambiar conductas inadecuadas en los y las menores para reinsertarlos en la sociedad, ellas y ellos son el futuro. Si no hacemos nada tendremos a futuros maltratadores o maltratadoras y también estaremos formando a sumisos y sumisas. Tenemos que equilibrar la sociedad, los niños y las niñas son el futuro pero no debemos olvidar que también son el presente. Cada vez hay más violencia y hay que empezar a cambiar cosas dentro de la educación, debería de haber un pacto para ir todos y todas a una, no podemos estar cambiando las leyes cada cuatro años. Los niñas y las niñas pueden maltratarse por naturaleza, pero las personas adultas estamos aquí para ponerle remedio antes y que no lleguen a ser casos más graves como agresiones, autolesiones suicidios. Hay que proteger a los y las menores y también al profesorado, a veces miran para otro lado porque no se sientes protegidos ni protegidas. 

Necesitamos cambios y salir a la calle a defender los derechos de nuestras hijas e hijos, yo tengo dos hijas y una acabó afectada y terminó en el hospital. Cada vez que escucho a una niña o a un niño que me cuenta lo que está sufriendo, vuelvo a revivir todo aquello y no podemos permitir que siga ocurriendo. Se me dio un premio como mujer relevante por luchar por esta causa, pero de nada sirve si luego te quedas atrás, tienes que hacer lo posible por cambiar las cosas y al menos tener la conciencia tranquila. Los niños y las niñas deben tener una infancia feliz para que luego cuando sean personas adultas ya tendrán tiempo de enfrentarse a situaciones difíciles por las que pasamos todas las personas. Las personas adultas estamos aquí para evitar toda esta violencia gratuita en la infancia.

Quiero aprovechar para visibilizar que la Ley de Protección en la Infancia y la Adolescencia se ha dado de alta el 4 de junio y que casi ningún miembro del profesorado es consciente de que existe. En esta ley no estaba contemplado el acoso escolar como tal, hemos logrado que se incluya pero falta muchísimo por hacer. De nada sirve si se queda guardada en un cajón. En Cantabria antes no se hablaba del acoso escolar, ahora ya si se habla y poco a poco vamos consiguiendo cosas. Yo también hago dinámicas con adultos y no saben identificar lo que es el acoso escolar, ese es el mayor problema.

 

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