Tanto el PNV como el Gobierno Vasco, con el lehendakari, Iñigo Urkullu, a la cabeza, estamos totalmente volcados en el nuevo escenario abierto en Euskadi tras el cese de la violencia de ETA. En este sentido, estamos trabajando desde la discreción que requiere la situación por acelerar el final de ETA y conseguir la tan ansiada paz y convivencia en nuestro país. Y para ello, por un lado, exigimos a ETA que no demore más su proceso de desarme y desaparición  y, por otro, al Gobierno de Mariano Rajoy que flexibilice la política penitenciaria porque en este caso, no hacer nada es la actitud más contraindicada.

Todos podemos y debemos aportar al proceso, principalmente ETA, que debe proceder a  un desarme total e incondicionado y  a un reconocimiento del daño causado. No en vano, los escasos avances en el desarme de ETA amarran a la izquierda abertzale en el pasado y no le dejan avanzar hacia el futuro y condicionan todo lo demás. Por ello invitamos a la izquierda abertzale a dar los pasos necesarios que le permitan colaborar con normalidad con el resto de formaciones.

Por su parte, pedimos gestos en materia penitenciaria al Gobierno de Madrid, al que hemos vuelto a hacer un ofrecimiento de colaboración. Concretamente, le pedimos que se adecuen las posibilidades de las vías legales vigentes a la situación actual. Hablamos de beneficios penitenciarios a los que los presos tiene derechos, pero tienen que dar pasos también, tienen la oportunidad de soltar amarras con su propio pasado y con la organización que les puede tener cautivos a la hora de no proceder al reconocimiento del daño causado

El nuevo escenario abierto en Euskadi requiere de valentía frente a quienes buscan el aplauso fácil de ciertos sectores mediáticos. El PNV lo sabe y está trabajando desde la discreción con todos los agentes implicados en el proceso. Además, hemos impulsado la Ponencia de Paz y Convivencia en el Parlamento Vasco a la que, esperamos, el resto de formaciones se unan para retomar el diálogo. Se está produciendo un proceso general y normalizado de convivencia en el País Vasco y no podemos desaprovecharlo.