Soy Karen, mamá de Sofía. Mi hija tiene 12 años y en septiembre de este año, luego de varios exámenes, le detectaron un tumor cerebral. Para la familia fue muy chocante, porque si bien nos dijeron que no era grave y que era un tumor benigno, este tenía comportamiento maligno, por ende, era y es cáncer. A ella le lograron extirpar el tumor, pero luego de la operación nos enfrentamos a varios síntomas que necesitaban hospitalización. 

Hace una semana los médicos nos dijeron que habían rastros del tumor adheridos al nervio óptico, pero no es  recomendable operar ya que puede quedar ciega. Esto es parte del comportamiento maligno del tumor, es decir, pese a que se extirpe, vuelve a crecer adhiriéndose a órganos importantes para el crecimiento. Frente a esto, la alternativa que nos dieron fue hacer radioterapia, pero para una niña de 12 años es complejo, porque es radiación, lo que afecta a órganos y tejidos importantes. 

Nosotros encontramos una alternativa, pero que actualmente no existe en Chile: la radioterapia de protones. La diferencia con la tradicional, es que está va directa al tumor sin comprometer otros órganos y tejidos. Esta posibilidad podría mejorar la calidad de vida de mi hija, pero para eso tenemos que viajar a España y costear un tratamiento de € 60.000, lo que equivale a $60.000.000 y nosotros no contamos con ese dinero. 

En esta búsqueda nos encontramos con una familia con el mismo diagnóstico que Sofía, que también está en España y que, como nosotros y tantas otras familias, tuvieron que recurrir a la caridad, a bingos, rifas y completadas para costear el tratamiento. 

Por parte del Estado no hay ni un tipo de apoyo, las familias nos endeudamos y tenemos que mover cielo, mar y tierra para salvar a nuestros hijos. Además, frente a enfermedades como la de mi hija, hay que viajar al extranjero, lo que implica gastar dinero en pasajes, estadía, comida, etc., y por parte del  Estado no hay ayuda. Este es un caso más para decir que en Chile estamos a años luz de una salud digna, de calidad y para todos.  

Uno no toma consciencia hasta que se enfrenta a la situación. Personalmente me gustaría estudiar más estos casos y hacer una fundación que vaya en ayuda de las familias y los niños, porque además del costo monetario, estos procesos son muy desgastantes emocionalmente. 

Por otra parte, es importante que exista algún tipo de financiamiento que pueda ayudar a costear los tratamientos, porque estamos hablando de salvarle la vida a las personas y garantizarles un futuro digno. 

Necesitamos el apoyo de todas y todos ustedes, para que esta petición llegue al Senado y así sus representantes nos tendrán que dar una respuesta en esta misma web. Ayúdanos haciendo clic en el botón “apoyar” y difundiendo.