Error al apoyar
Tienes que rellenar toda la información
Fusionar municipios perfecciona la democracia y beneficia a los ciudadanos
A pesar de que la mayoría de partidos y medios de comunicación españoles quiere sustraerse a una dinámica plenamente implantada en toda Europa (exceptuando Francia y España), la realidad es que tenemos un monumental exceso de municipios en España (8.119) y en Baleares en particular (67 para una población de poco más de un millón de habitantes). La necesidad de ir reduciendo este número es urgente, y si algunos países europeos lo han hecho por voluntad de Bruselas (Portugal, Grecia), otros lo han aplicado por su cuenta (Reino Unido, Dinamarca, etc.) pensando en los beneficios de la medida en sí. Pero en nuestro país nos encontramos habitualmente con dos resistencias absurdas: 1) Los partidos de poder han convencido a una parte de la sociedad de que la multiplicación de entes administrativos beneficia al ciudadano, cuando sucede exactamente lo contrario, pues es el político profesional (y especímenes relacionados, como son los asesores, secretarios, jefe de prensa, etc.) el que tiene así más facilidades para colocarse y obtener un beneficio propio. Por no hablar del aumento de impuestos de cara a sufragar esta enorme infraestructura. 2) Hay personas reacias a esta iniciativa que argumentan como razón que cada localidad tiene su idiosincrasia, sus tradiciones y fiestas. Por supuesto, eso no se va a eliminar, pero hay que entender que las rencillas entre municipios (o incluso entre pueblos del mismo municipio) son rémoras del pasado que el escenario de la ciudadanía moderna debe ayudar a superar. Desde UPyD consideramos que no se puede hacer legítimamente política potenciando pasiones conflictivas, sino que lo justo y sensato es lo contrario: trabajar por la convivencia y la cooperación entre todos.
En cuanto a la parte eficiente del asunto, la reducción del número exagerado de municipios permitirá a los ciudadanos tener mejores servicios, ya que el gasto de cada región será menor, sin que por ello se pierda calidad. La tasa europea para que un municipio sea viable está entre los 10.000 y los 20.000 habitantes, cuando resulta que nos encontramos en Mallorca con 6 municipios por debajo de los 1.000 habitantes, un auténtico disparate. La administración local no da un mejor servicio por tener una oficina municipal en cada esquina; el criterio clave es el de eficiencia, no el de omnipresencia o multiplicación, porque una cercanía excesiva lo que puede promover son las relaciones clientelares que no aportan nada positivo al tejido comunitario en su conjunto (cuántas veces habremos oído decir a alguien: "El alcalde es amigo mío y me ha solucionado el problema que tenía"). Recordemos que en Mallorca sus dos municipios más pequeños, Escorca (300 habitantes) y Estellencs (600) son, y no es por casualidad, dos de los municipios más endeudados (teniendo en cuenta deuda por habitante) de España, nada menos. Un municipio grande y fuerte tiene muchas más posibilidades de funcionar correctamente y no vampirizar vía impuestos al ciudadano. La enorme proliferación de estructuras (teatros, polideportivos, piscinas, etc.) creadas en Baleares en la época de 'vacas gordas' previa a la crisis ha hecho que estas, en gran medida, sean ingestionables, porque los ayuntamientos no pueden sufragar sus gastos de mantenimiento diario, cosa que sí podría darse con consistorios de mayor dimensión. Al final el gasto se va en crear subterfugios que traten de dar viabilidad a los excesivos municipios actuales, como las mancomunidades y los consorcios, cuando el funcionamiento es más lógico y eficiente si se coaligan los municipios de manera decidida.
En UPyD Baleares hemos realizado un minucioso estudio sobre la cuestión (más de 100 páginas), analizando los pros y contras de la medida, además de considerar todo tipo de elementos de comunicación, historia, situación, etc. El resultado es que los municipios de las islas deben reducirse a menos de 20, equiparándonos así a la media europea. Saldría ganando con ello el ciudadano, y perdería el político del bipartidismo. Los servicios serían mejores (pues los municipios grandes son mejor financiadas por la administración central) y además saldría ganando la pluralidad de la población, porque con municipios pequeños los beneficiados son los partidos grandes (es más difícil obtener representación), es decir, el bipartidismo que nos ha conducido a la crisis actual.
Partekatu
Batu zaitez Osoigora