El desarrollo de la alta velocidad es irrenunciable para Asturias. El mayor despilfarro que se podría cometer ahora mismo sería dejar las obras sin terminar. Resultaría sorprendente y lamentable que nos pusiéramos a debatir ahora sobre una obra que ya está tan avanzada, que pusiéramos en tela de juicio la entrada en funcionamiento de la variante y la construcción de los 83 kilómetros que faltan para llegar a Gijón.

Porque, además, la alta velocidad no es sólo una infraestructura que permitirá mejorar el servicio a los ciudadanos. En Asturias habrá un uso mixto de pasajeros y mercancías, algo muy importante para aumentar la competitividad de nuestros puertos y de nuestras industrias. Y no supone ninguna interferencia en el desarrollo y mejora de algo tan vital como el servicio de cercanías en el área central.

En definitiva, para Asturias la alta velocidad de uso mixto es elemento clave en la ecuación del desarrollo regional, de presente y de futuro.