Pregunta para Congreso de la República de Colombia
Es hora de garantizar el acceso a la tierra y proteger el ambiente para saldar la deuda histórica con la población rural del departamento de Córdoba
En el año 2010, doce comunidades campesinas, organizaciones de mujeres y resguardos indígenas de Córdoba, que agrupan 22.151 familias aproximadamente, las cuales han vivido, habitado y realizado un aprovechamiento sostenible de aproximadamente 130.833 hectáreas, protegiendo el Parque Nacional Natural Paramillo, las cuencas de los ríos Sinú y San Jorge, 12 cauces de río y 22 ciénagas interconectadas, así como más de 8 ecosistemas estratégicos asociados consistentes en humedales, bosques de galería y manglares, entre otros. Nos agrupamos en el GRUPO POR LA TIERRA Y EL TERRITORIO DE CORDOBA - GTTC.
En este espacio colectivo de trabajo comunitario conjunto y en redes locales, surgió con el propósito velar por los derechos ambientales y superar el estado de marginalidad económica, social, y geográfica, donde es evidente la falta de respuestas por el estado y otras entidades gubernamentales frente a la materialización de sus derechos a la tierra, el territorio y el medio ambiente de las organizaciones, comunidades y resguardos que integran el GTTC.
Las afectaciones a los derechos ambientales de las comunidades, organizaciones e iniciativas que integran el GTTC, como lo son el acceso al agua, las sábanas, ríos y humedales de la cuenca media y baja del Sinú, la Defensoría del Pueblo extendió desde el 5 de mayo de 2005 la Resolución Defensorial No 038 mediante la cual examinó los daños ambientales realizados sobre el complejo de 22 ciénagas conectadas con el río Sinú por los caños Bugre y Aguas Prietas, entre otros, todos ellos pertenecientes al complejo cenagoso Ciénaga Grande del Sinú.
En cuanto tiene que ver con las intervenciones en las ciénagas y demás cuerpos de agua del medio y bajo Sinú, se encuentran afectadas por la ocupación de su área, lo que genera usos indebidos que ponen en riesgo la estabilidad de todo el sistema, el territorio y la comunidad.
Los daños ambientales acumulativos, la falta de acción gubernamental en relación con estos daños ha implicado la vulneración del derecho a un recurso efectivo y un plazo razonable para adelantar y culminar todos los procedimientos administrativos dirigidos tanto a formalizar las tierras y los territorios de los accionantes, a su vez que proteger los ecosistemas afectados; Cuencas hidrográficas de los ríos Sinú, San Jorge y la Ciénaga Grande del Sinú y sus afluentes presentes en el territorio étnico. Así mismo, en las áreas bajo la licencia ambiental de la Hidroeléctrica de Urrá S.A., afectadas a causa de la aspersión del herbicida glifosato dentro del territorio colectivo.
Frente a estos problemas, se han construido y se están construyendo obras que buscan ganar espacio al cuerpo de agua en beneficio de tierras para la ganadería, principalmente. Esta situación ha hecho que a las comunidades de pescadores se les restrinja hacer uso de espacios cenagosos en épocas de aguas altas. El resultado es la desecación de cuerpos de agua por la construcción de canales de drenaje, diques, jarillones y terraplenes, invasión de playones de las ciénagas, cercado e interrupción del paso, pérdida del caudal de los caños internos de las ciénagas, merma del caudal de entrada a las mismas y taponamiento de caños.
Se trata, en definitiva, de poner fin a la deuda histórica con las comunidades y organizaciones que durante los últimos 40 años han cuidado del territorio y han servido de mediadoras en 3 negociaciones de paz y sin embargo han sido y siguen siendo las principales afectadas por el conflicto armado, la ausencia de sus derechos territoriales y la degradación del ambiente, las aguas y los ecosistemas en el departamento de Córdoba.
Por eso es importante que se elaboren de manera concertada con las comunidades accionantes un programa que incluya la conservación de la biodiversidad, restauración ecológica, repoblamiento, rehabilitación y manejo sostenible de los ecosistemas estratégicos, terrestres, marino costeros, forestales e hídricos de las s de las cuencas hidrográficas de los ríos Sinú, San Jorge y la Ciénaga Grande del Sinú y sus afluentes presentes en el territorio étnico.
Así mismo, se debe diseñar e implementar un plan de recuperación ambiental para la solución y remediación de los daños ocasionados por las aspersiones aéreas y las afectaciones al agua como ecosistemas.
Debemos seguir protegiendo nuestros territorios colombianos, luchando para evitar y prohibir la práctica de desecar humedales para ampliar las zonas agrícolas y pecuarias, la construcción de la hidroeléctrica de Urrá, la explotación minera legal e ilegal, la extracción de madera, la sobre - explotación de los recursos naturales, algunas veces por parte de campesinos que quedaron sin opción, y la contaminación ocasionada por el desarrollo de los proyectos ponen en riesgo la estabilidad y equilibrio de los ecosistemas y la pervivencia de las especies animales y vegetales.
¡Apóyanos! Sabemos que cualquier ayuda significan un respaldo ético y humano desde el derecho consuetudinario y en el ejercicio de la solidad humana por la defensa del planeta. Así mismo, se podrán sumar a la campaña de medios #SomosTierrayTerritorio #SaldarLaDeudaHistorica que se activarán a través de los sitios web y redes sociales del GTTC y las organizaciones acompañantes.
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