Pregunta para Congreso de los diputados

NECESITAMOS MEDIDAS FRENTE AL ACOSO ESCOLAR

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Mi nombre es Gabriel y sufrí acoso escolar cuando iba al instituto. Al vivir en un pueblo pequeño no me quedaba otra que ir al mismo centro que mis acosadores. Poco a poco fueron difundiendo rumores sobre mí y al final me quedé completamente solo. Las burlas e insultos eran constantes por lo que esto acabó repercutiendo también en mi expediente académico. En tercero de la ESO empecé a suspender y tuve que repetir curso, fue horrible. 

Cuando pensaba que no podía más fui a contárselo al orientador del centro y este me dijo que hablarían con ellos, sin embargo, eché en falta más atención por parte de los docentes. Es cierto que las amenazas públicas cesaron, pero seguían cuchicheando e inventando cosas sobre mí para intentar excluirme del resto. Incluso difundieron el rumor de que era homosexual para alejar a la chica que me gustaba. Por aquel entonces no sabía por qué se metían conmigo ni qué estaba sucediendo realmente, pero a día de hoy puedo decir que era acoso escolar y que marcó mi adolescencia.

El acoso escolar es una problemática todavía demasiado normalizada en las aulas. El acosador normalmente aprovecha la posibilidad de desequilibrio de poder que existe entre él y su víctima para poder conseguir un beneficio, mientras que el acosado solo se siente indefenso y puede llegar a desarrollar una serie de trastornos psicológicos que acaban afectando gravemente a su salud mental como la depresión, ansiedad, insomnio o descenso del rendimiento. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el acoso escolar se cobra más de 200 mil suicidios al año entre jóvenes de 14 y 28 años. 

Lejos de mejorar con el tiempo, la aparición de las redes sociales e Internet han abierto un nuevo escenario para el acoso que ha agravado enormemente el problema. En el ciber-acoso las imágenes y los mensajes pueden publicarse de forma anónima y llegar rápidamente a un gran número de personas. Este tipo de acoso es muy fácil de ejercer y cada vez es más peligroso. 

No solo hablo de criticar, avergonzar, perseguir, amenazar o intimidar a otra persona. El acoso también puede ejercerse subiendo fotos, información privada o vídeos de carácter personal para herir o avergonzar a alguien. Este acoso es muy doloroso y ofensivo porque es difícil de controlar, y la persona que lo recibe no tiene ni idea de cuánta gente ha podido ver los mensajes.

Por desgracia he visto a muchas personas tener que dejar las redes sociales por amenazas de usuarios anónimos que se esconden detrás de una pantalla. He conocido gente que ha tenido que ir a terapia por culpa del acoso y persecución que ha sufrido en las redes sociales. Incluso he vivido como personas cercanas a mí han intentado quitarse la vida porque no aguantaban la presión. Yo también he sido acosado por redes sociales, pero por suerte he sabido gestionarlo. 

Creo que la prevención del acoso desde los centros educativos es fundamental para minimizar y reducir sus efectos cuanto antes. Los profesores y los padres de los adolescentes tienen que unir fuerzas para llevar a cabo medidas que impidan la aparición de estas situaciones. Para ello es necesario identificar los factores de riesgo y actuar sobre ellos realizando campañas de sensibilización o talleres formativos. 

En estos casos el papel de las familias es fundamental por lo que creo que debería de haber una comunicación fluida con el centro. Además, los profesores deberían de aumentar la vigilancia, sobre todo a la entrada y salida del colegio o instituto para que no se produzca ninguna agresión.

Actualmente los docentes no están preparados para tratar temas de acoso escolar porque no reciben suficiente información. Por eso creo que es necesario implementar una figura específica en los colegios para combatirlo y poder abordar el problema globalmente. Detrás de quien acosa también puede haber una víctima, por lo que es importante llegar al núcleo del problema y poder saber qué está llevando a esa violencia. 

Desde aquí quiero lanzar esta petición al Congreso de los Diputados para que se tomen medidas frente al acoso escolar y el ciber acoso. No podemos mirar hacia otro lado, es un problema que debe de abordarse de manera prioritaria. 

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