Mi hija Lukene está superando una Leucemia Linfoblástica Aguda. Hemos vivido el antes y el después del Covid-19 en el hospital: ¿Por qué no se sigue considerando el resto de patologías y se cuidan las zonas reservadas a los pacientes de cáncer?
Eneko Andueza

Me comprometo a trasladar tu pregunta/propuesta a los responsables del Hospital de Cruces


Quiero, lo primero de todo, expresarte toda mi solidaridad y la de los Socialistas Vascos contigo y con tu preciosa hija Lukene, deseando que supiereis pronto esta difícil situación.

Lanzas una queja muy oportuna, que requiere una explicación previa, ya que durante la pandemia, especialmente en las fases más agudas, ha sido necesario ocupar partes del hospital no correspondientes al Área de Enfermedades Infecciosas para atender a pacientes con COVID, que ingresaban muy graves, lo que obligaba incluso a retrasar la atención a otras enfermedades menos urgentes, alargando así la lista de espera de atención sanitaria. Hay que tener en cuenta que los pacientes COVID que ingresan en el hospital llegan muy mal, necesitando la Unidad de Cuidados Intensivos durante mucho tiempo (una media de tres semanas). Además, su aislamiento se hace totalmente necesario para evitar contagios cruzados y generalizarse la infección por COVID por el resto del hospital.

Esto no quita, obviamente, que sea necesario mejorar la atención a los pacientes de otras patologías y más en el caso de los niños y niñas. Para ello y para la atención de los menores, me comprometo a trasladar tu pregunta/propuesta a los responsables del Hospital de Cruces, al objeto de que trabajen en el programa de “Hospital amigo del niño”, que tiene enormes mejoras en la atención social de los menores (fundamentalmente, en todo lo relativo al acompañamiento de sus padres).

Confío en que entre todos podamos ayudar a paliar una situación que entiendo que es muy delicada, a la vez que seguimos combatiendo contra esta dichosa pandemia, que nos ha trastocado la vida a todos y todas.

Esperando haber respondido a tu pregunta, os envío un cariñoso abrazo a ti y a Lukene.


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Eneko Andueza
 Galdera Mi hija Lukene está superando una Leucemia Linfoblástica Aguda. Hemos vivido el antes y el después del Covid-19 en el hospital: ¿Por qué no se sigue considerando el resto de patologías y se cuidan las zonas reservadas a los pacientes de cáncer?

Me llamo Joana y mi hija y yo vivimos en el País Vasco. Lukene tiene 4 años y fue diagnosticada con una Leucemia Linfoblástica Aguda hace, aproximadamente, un año y medio. Lukene empezó a tener infecciones; tuvo escarlatina y neumonía, entre otras cosas. También se le inflamó el estómago y tenía ojeras. La llevé a Urgencias al Hospital Universitario Cruces. Les expliqué que mi hija no estaba bien y que estaba muy cansada y de entrada le diagnosticaron una infección en las vías respiratorias altas. Pasaron los días y no mejoraba. Después de nueve días de haber ido a Urgencias, tuve que llevar a Lukene al Ambulatorio porque tenía fiebre y vomitaba. La pediatra que la atendió consideró que mi hija necesitaba que le hicieran una analítica porque a lo mejor le faltaba hierro. Fuimos al hospital de nuevo y nos atendió un pediatra que enseguida llamó a su superior. Entre los dos determinaron que alguna cosa no iba bien.

Este mismo día ingresaron a Lukene. Le hicieron varias transfusiones y una prueba para valorar el estado de su medula ósea. Entonces diagnosticaron la Leucemia Linfoblástica Aguda. Este mismo día Lukene empezó el tratamiento y nos informaron que según como reaccionara su cuerpo, nos darían un diagnóstico más detallado. Obtuvieron unos resultados que no eran los deseados, así que tuvieron que mandar una muestra de la médula de Lukene a Barcelona. En un mes nos dieron los resultados. Lukene tenía Leucemia Linfoblástica Aguda con las células traslocadas, hecho que comporta un tratamiento adicional. Debido al tratamiento, mi hija dejó de andar y de comer. Aparte de esto, el reservorio se le infectó tres veces. También tuvo una infección por culpa de las bacterias del hospital y cada vez que ha ingresado ha estado más grave.

Actualmente, después de un año y cuatro meses de tratamiento, hemos terminado la quimioterapia intravenosa. Ahora Lukene está tomando quimioterapia de mantenimiento vía oral y una vez al mes le hacen quimioterapia intratecal. Nosotras hemos conocido el hospital de antes y el hospital de después de la Covid-19. Para los niños que tienen que pasar temporadas ingresados ha sido horrible. El hecho de no poder salir de la habitación, de no poder interactuar con otros niños en ningún espacio común, de no poder tener a los dos padres en la habitación, de tener que aislarse tres días en la habitación del hospital si presentan fiebre cuando van al hospital, etc. está siendo muy difícil. Psicológicamente la enfermedad ya es dura, pero esto ha sido la gota que ha colmado el vaso. Además, durante la pandemia alguna vez nos hemos encontrado que han ingresado a Lukene en el área de pediatría y no en oncología. Esto es muy peligroso para gente que tiene inmunodepresión. Es por esto que me dirijo a los políticos del Parlamento Vasco, ya que son quienes me representan, para preguntarles: ¿Por qué no se apuesta para seguir considerando el resto de patologías más allá del coronavirus y se cuidan las zonas reservadas para los pacientes de cáncer?

Sortzailea
Joana Matas Joana Matas
3652 de 500 Apoyos
2021.04.14

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