Soy Elisa, madre de Diego y Fernanda, hace más de 6 años el padre de mis hijos me los quitó de manera ilegal, a pesar de yo tener la custodia provisional y que desde hace 12 años comencé un un juicio por violencia intrafamiliar, durante el cual un juez federal otorgó dicha custodia. 

Por distintas circunstancias en el año 2015 estuvimos de nuevo juntos, y cuando decido terminar rotundamente la relación, en el mes de Octubre de 2015, él se lleva a mi hijo menor, que en ese entonces tenía 7 años, amenazando con llevarse también a mi hija en ese momento y no permitirme volver a verlos nunca más. Pasaron alrededor de 6 meses en los que no me permitió convivir con mi hijo, en reiteradas ocasiones le rogué porque me permitiera volver a estar con mi hijo, a lo que “supuestamente accedió a regresarme a mi hijo”, quedamos en vernos una hora antes de que mi hija, de 5 años en ese momento entrara a clases en su kinder, en el mes de Abril de 2016, a lo cual accedí.

Cuando llegó el día, vi a mi hijo muy ausente en su mirada, no quería cruzar palabras conmigo, me desgarraba el alma ver que evitaba mi mirada; después de no verse, y extrañarse durante 6 meses mis hijos por fin se volvían a encontrar, y mi corazón apenas cabía en mi pecho de la felicidad de solo pensar que de nuevo estaría con mi hijo; sin embargo al momento en que mi hija tenía que entrar a la escuela lloraron porque se tenían que separar temiendo que no se volvieran a ver, mientras los niños lloraban, su padre me pidió que le permitiera llevarlos a desayunar alegando que solamente sería por un rato, asegurándome que a medio día me los entregaría juntos, a lo cual accedí, al ver lo felices que estaban mis hijos de encontrarse de nuevo juntos y que al pensar en separarse, aunque fuera solo un momento, lloraban mucho; y cometí el grave error de acceder y creer que los vería de nuevo a mediodía, lo cual nunca pasó.

Han pasado casi 6 años en los que no se nada de mis hijos, al principio se trató de llegar aun acuerdo legal, sin embargo a él nunca le parecía bueno, a menos que fuera él quien se quedara con la custodia total de los niños, se le mandó citar en numerosas ocasiones, a las cuales jamás se presentó, a ninguna de las audiencias ni intentos de conciliación por medios legales, durante todo este tiempo no me permitió ni hablar ni convivir con mis hijos, ni saber nada de ellos; él me decía que si yo retiraba las denuncias en su contra, pensaría en tal vez permitirme ver a mis hijos.

Mis dos hijos fueron arrancados de su madre, de su núcleo familiar, de sus actividades, de una vida normal, al tenerlos aislados, al parecer sin educación básica, pues no tienen registros en la SEP, fueron aislados de la convivencia con otros niños de su edad por medio a que los reconozcan, dado la difusión que se ha hecho, seguramente encerrados siempre en casa, como nos tenía sometidos cuando vivía yo con él; en 2020 con la pandemia fue imposible seguir con su búsqueda, dado que con mayor razón era él irreconocible, al salir de casa con cubrebocas, gafas y gorra, sería imposible su reconocimiento. 

Todo esto ha dado como resultado para mi de frustración y profunda tristeza al pensar en los placebos de los que están siendo víctimas por parte de su padre al decirles “su madre no los quiere, porque no viene por ustedes”, “su madre se ha olvidado de ustedes”, hacerlos creer que estarán bien solo con él y lejos de mi. 

Solicito a las autoridades que atiendan lo más pronto mi caso, pues han pasado 6 años de manipulaciones por parte del padre de mis hijos, que además me los ha ocultado todo este tiempo. Ellos tienen derecho a no ser violentados de esa forma y yo a tenerlos conmigo, pues yo soy su madre quien les daba el 100% de atención. No es justo que no se tomen medidas de suma importancia para dar con el padre de mis hijos quien injustamente me los arrebató para llevarlos a vivir con él al cuidado de una mujer desconocida para ellos, la cual no tengo la menor idea de cómo los trate o si acaso ve por ellos, no se quien los cuida, ni dónde están, lo único que sé es que están lejos de su madre y que aún se me acabe la vida, no dejaré de buscarlos, y que si no los encuentro yo, espero me encuentren ellos.

Por favor, ayúdame a firmar y difundir esta campaña por todos tus grupos-contactos de WhatsApp y Redes Sociales. Si consigo 500 apoyos, esta propuesta llegará a las autoridades del Senado de la República, los cuales me tendrán que dar una respuesta en esta misma web. 

Muchas gracias.