Mi nombre es Elena Patricia Moreno Neira, soy representante de Sipasst, una empresa dedicada al diseño e implementación de proyectos ambientales con enfoque social, que ha irradiado diferentes partes del país, los cuales se efectúan partiendo de la realidad del territorio. Nuestra forma de trabajar y el éxito de nuestras iniciativas radica fundamentalmente en las alianzas, la participación de actores sociales, institucionales, académicos, etc., y, sobre todo, la apuesta por un presente digno para las comunidades. Muchas de las iniciativas que promovemos, se alinean con las plasmadas en los planes de desarrollo de gobierno, la diferencia radica en la forma de ejecución, que implica resultados diferenciales que no son momentáneos sino duraderos, por ello es necesario velar por que el cumplimiento de los proyectos institucionales, tenga un cambio real en construcción social y cultura ambiental, por un lado, y por el otro, garantizar el acceso a la educación de calidad enfocada a la niñez. 

Estoy convencida de que la educación es el eje fundamental para avanzar en todos los ámbitos, pero para ello tenemos que revolucionar y generar la participación de todos los actores con metodologías como aprender haciendo, que permita efectos positivos perdurables. Países como el nuestro son abundantes en recursos, pero carentes en apoyo a iniciativas y en transparencia. En nuestra labor, hemos leído decenas de planes de desarrollo y en su mayoría, todo se ve muy bien, se involucra la sostenibilidad ambiental y por tanto se tienen programas que buscan un aporte relevante en la agenda 2030, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero casi nada de lo ejecutado brinda un resultado que sea diferencial, que nos lleve a la transformación de comunidades y ciudades sostenibles. Es decir, en materia ambiental y educativa, los proyectos institucionales no logran en su mayoría un cambio que nos permita avanzar hacia un modelo de ejemplo a nivel regional y nacional. 

Necesitamos mecanismos efectivos para garantizar que el cumplimiento de los planes de desarrollo a corto y largo plazo, tengan consecuencias positivas en todos los aspectos, en el tiempo. 

Hemos conocido planes de desarrollo, enfocados hacia el ambiente que se proyectan con gran éxito, pero generalmente no generan el impacto que se espera de acuerdo a la realidad que tenemos. Desde Sipasst, conocemos el esfuerzo y los costos que resultan de la implementación de proyectos en zonas rurales y urbes, aun así, trabajamos con dedicación, para lograr resultados positivos y diferenciales, por ello orientamos a las comunidades a generar cambios sociales, que inicien con decisiones cotidianas, pero que con el tiempo se vayan traduciendo en hábitos éticos, responsables y permanentes. Sabemos que es un reto, pero nuestra mayor estrategia es educar de forma integral a la comunidad, dando un mayor énfasis en formar a niños y jóvenes como columnas de conocimiento, ejemplo y construcción social. Lo anterior nos lleva a pensar que todo sería diferente si las instituciones fueran más comprometidas al dar cumplimiento con lo establecido en sus planes de gobierno, de desarrollo, y que se hiciera la diferencia priorizando en la educación a la población infantil. 

Además, cambiar la forma en que se maneja el cumplimiento de estos planes, ya que por ejemplo no basta con plantar cientos de árboles, tomarse la foto, decir que se cumplió, si al poco tiempo se olvidan de ellos, que, en algunos casos repito sirvieron solo para la foto. No me mal entiendan, es importante plantar árboles, y todas las actividades propuestas para proteger y conservar el ambiente en todas sus dimensiones, nosotros también efectuamos esta acción y garantizamos que sean especies nativas, de hecho, nuestra filosofía es “sembrando valores, plantado vida”, pero de igual forma tenemos claro lo relevante de estar presente en el proceso de crecimientos de los mismos y educar a la comunidad de lo que implica y significa esta acción.

Es necesario que se garantice el acceso a la educación y que esta deje de ser un privilegio de unos pocos, porque de lo contrario no vamos a tener una transformación social real, la tarea de generar conciencia ambiental en niños y jóvenes, es muy difícil, pero es vital ya que nuestros niños no solo son el futuro, son el presente y serán replicadores de las prácticas responsables en el mañana. De ahí que los esfuerzos debemos hacerlos ahora mismo, no podemos esperar por el cambio sino más bien, generarlo. Todos los niños de Colombia deberían poder estudiar, aprender desde pequeños a sembrar alimentos, a cuidar sus entornos para no tener que realizar jornadas de descontaminar ríos o bosques. Ojalá pasemos de hacer jornadas de limpieza, a no tener que hacerlas y disfrutar de un entorno limpio, pero para lograrlo, necesitamos compromiso político y proyectos que no solo se cumplan, sino que funcionen a largo plazo. 

Los recursos del planeta son finitos, los proyectos ambientales y educativos no pueden estarse proponiendo cada vez que hay elecciones y volver a empezar de cero, porque lo que se cumple, no tiene una acción acorde con lo que se proyecta, necesitamos seguir una línea donde sin importar el cambio de los dirigentes avancemos y tener la oportunidad de ser parte del cambio que tanto necesitamos. Por ello, dirigimos esta petición al Congreso de la República con el fin de que se atienda esta petición. Pido a las personas firmar y apoyar para lograr el objetivo. En Sippasst apostamos siempre por la integración y las alianzas. Pueden encontrarnos en Facebook e Instagram como Sipasst y Sipasst.sas para conocer nuestros procesos.