Mi nombre es Édgar Eduardo Bautista Martínez, soy soldador de herrería y también participo en una organización comunitaria a la que llamamos Efecto Mariposa, en Yurécuaro, Michoacán. Con la suma de esfuerzos de nuestros “Voluntarios de Corazón”, apoyamos a personas en situación vulnerable.  

Entre las acciones que hacemos destaca la colocación de un contenedor enorme en forma de corazón para recolectar tapitas y así apoyar a niñas, niños y adolescentes que luchan contra el cáncer, con un poco de recursos para traslados, alimentación o viáticos que requieren cuando van a someterse a sus tratamientos fuera del municipio. 

Para las y los pacientes con cáncer es muy difícil saberse con esta enfermedad de forma tan repentina, ya que es una enfermedad que a todos nos puede llegar, que no distingue raza, o situación económica.

Lo sé porque hace ya un tiempo uno de mis sobrinos, Leonardo Alanís Bautista, falleció a la edad de cuatro años luchando contra el cáncer; muy pequeño mi niño, pero siempre nos enseñó a nunca rendirse,  sonrió hasta su último suspiro de vida.

Durante su tratamiento y después de él pudimos salir adelante gracias al apoyo de nuestra comunidad, de mucha gente que nos brindó su mano y eso reconforta como no tienen una idea. De ahí mi interés en devolver una parte de lo que nos dieron. 

Y en este contexto, quiero preguntarle a todos los políticos del Congreso local de Michoacán e incluso a quienes aspiran a ocupar una curul ahí en donde se toman decisiones que impactan a todas las y los michoacanos: ¿Qué apoyos existen desde el Congreso de Michoacán para organizaciones como Efecto Mariposa, que apuesta por la inclusión de personas en situación vulnerable? 

Porque en Efecto Mariposa no solo soy yo: somos el niño que recolectó una tapita y la puso en el contenedor, somos el señor albañil que me ayudó a colocar un columpio para niñas y niños con discapacidad y la señora que de su despensa aportó un kilito de frijol para las personas adultas mayores en situación vulnerable. Efecto Mariposa somos todos y es necesario que se sumen muchas más personas, que crezca aún más.

Para quienes estamos de cerca con las personas que requieren apoyo, nos entristece no poder aportarles más allá de lo que está en nuestras manos, por eso insisto en que tu apoyo es fundamental para que las personas adecuadas sepan lo que estamos logrando y sigamos impulsando a quienes hoy nos necesitan. 

Tú puedes apoyarnos firmando esta carta, para que junto a 500 personas más, podamos exponer esta petición a las y los políticos del Congreso local de Michoacán y recibir una respuesta pública aquí en el portal de Osoigo. 

Súmate, sé un Voluntario de Corazón junto a nosotros y hagamos un cambio en la vida de más niñas, niños y adolescentes en Yurécuaro, en Michoacán y por qué no, en todo México. 

Muchas gracias por tu apoyo. 

Edgar Eduardo Bautista