Pregunta para Congreso de la República de Colombia
Soy Cristina Duque. Mi esposo tiene un tumor cerebral. ¿Cuándo se exigirá a las EPS rapidez al dar autorizaciones médicas de las que dependen las vidas de los pacientes?
Hola, soy Cristina Duque, vivo en Tocancipá. Mi esposo, Luis Hernán Flechas, de 49 años, tiene un tumor maligno en el cerebro. Sus dificultades de salud comenzaron en julio de 2017, cuando, por un mareo, dolor de cabeza y una convulsión que tuvo, lo llevé por urgencias a la clínica de Chía. Allí le hicieron un tac en el que le diagnosticaron el tumor. Sin embargo, nos dijeron que ahí no lo podían atender porque no tenían el nivel requerido. Por eso nos remitieron a la Clínica Cardioinfantil, en Bogotá, donde le hicieron una resonancia magnética y confirmaron el diagnóstico. El médico nos dijo, además, que era necesario hacer una intervención inmediata.
Nuestra EPS, Famisanar, se demoró 10 días en dar la autorización para la cirugía, por lo que antes del 12 de julio no se le pudo hacer la operación. Al salir de ella, Luis Hernán perdió algunas habilidades de comunicación y también quedó con algunos problemas de memoria. Además, fue necesario comenzar una quimioterapia oral. Ese tratamiento le produjo una alergia muy agresiva que le hacía brotar todo el cuerpo, de pies a cabeza. Entonces el médico ordenó que se le hiciera una desensibilización para evitarle esa reacción. Pero una vez más hubo problemas con la EPS: Famisanar se demoró seis meses en autorizarla. Decían que sólo se podía hacer en la Clínica Santa Fe, con la que no tenían convenio.
Optamos por interponer una acción de tutela contra la EPS para que le autorizaran la desensibilización, y cuando por fin lo hicieron, nunca cumplieron con el pago adelantado que la Clínica Santa Fe exigía. Así que nunca se le hizo ese procedimiento. En esa situación, el oncólogo, ante la gravedad de la alergia, optó por cambiar el tratamiento y empezó a suministrar a mi esposo una quimioterapia inyectada. Pero resultó que no era la ideal para él y no funcionó. De manera que fue necesario volver a operarlo, porque el tumor persistió. En esa segunda operación, que ocurrió un año después y que se habría podido evitar si la EPS hubiera autorizado la desensibilización, mi esposo tuvo un derrame cerebral que lo dejó con una hemiplejía en la parte derecha del cuerpo.
Esa segunda operación, sin embargo, no fue definitiva, porque el tumor volvió a aparecer y en mayo pasado Luis Hernán pasó por 28 sesiones de radioterapia. Hoy en día, sigue un tratamiento de quimioterapia con el medicamento de ingesta oral que le causa esa alergia tan delicada. Para evitarla, no se le suministran los 300 miligramos del medicamento, que sería la dosis indicada, sino sólo 100. A pesar de que una médica nos dijo que lo ideal sería volver a pasar por una cirugía, mi esposo es un paciente muy delicado por las operaciones que ya tuvo. Una nueva intervención puede ser fatal.
El caso nuestro demuestra que una demora por parte de la EPS para dar una autorización puede ser determinante en la vida de un paciente. Si a Luis Hernán le hubieran autorizado a tiempo la desensibilización que necesitaba, habría podido seguir con la quimioterapia que le correspondía. Porque tenía muy buen pronóstico: el oncólogo nos dijo en ese momento que el medicamento que se le estaba suministrando era muy bueno para eliminar el tumor, y esperaba que en un año ya no necesitara la quimioterapia. Pero como tuvo la reacción y la EPS no le autorizó el procedimiento que necesitaba, se cambió a otro medicamento que no sirvió para nada y que alargó la presencia del tumor hasta hoy.
Por eso quiero lanzar esta campaña: para pedir al Congreso de la República y a las autoridades de salud del país que exijan a las EPS que otorguen con rapidez las autorizaciones de las que dependen las vidas de los pacientes. Porque en un sistema de salud como el que hay en Colombia, en el que todo hay que lucharlo a fuerza de acciones de tutela, episodios similares al que ha pasado mi esposo ocurren a diario. Entre todos podemos ayudar: si esta campaña recoge 350 firmas, será presentada a los congresistas para que la respondan en la página de Osoigo. ¿Me ayudas con la tuya? Firmar no toma más de un minuto. Y después, difunde este testimonio por WhatsApp, redes sociales y todos los medios posibles. Que no siga ocurriendo que los servicios de salud, que se supone que tienen que salvar nuestras vidas, terminen por afectarlas de manera definitiva. ¡Muchas gracias!