El consumo de cigarrillo afecta gradualmente a la salud: el cigarrillo marchita los pulmones de los fumadores y afecta gravemente su salud física en general; sin embargo, las sustancias de los cigarrillos no solo afectan la salud de sus usuarios, sino que también tienen una grave consecuencia ambiental. Una colilla tarda alrededor de 12 años en degradarse y, al igual que una botella, termina convirtiéndose en microplástico. Solo en las calles de Bogotá se recogen anualmente cerca de 324 toneladas de colillas de cigarrillo, es decir que cada día los ciudadanos arrojan más de 5 millones de estos desechos al suelo.

La indiferencia ante este problema se ha convertido en un mal general en donde la ciudadanía pasa sobre estas colillas que se encuentran en las calles, parques y todos los rincones de la capital como si no existieran. Estos desechos tóxicos de cigarrillos depositados sin cuidado en las calles se volvieron parte del diario vivir de los bogotanos. 

Mi nombre es Cindy Perilla y, junto a Luisa Castiblanco, fundé y lidero No Más Colillas Colombia, una ONG conformada por más de 300 jóvenes que con mucha dedicación, esfuerzo y paciencia buscamos acabar con el ciclo de contaminación creado por las colillas de cigarrillo. Como lo dice nuestro mensaje en redes sociales, somos un grupo que trata de mitigar la contaminación de las colillas a través de la educación, correcta disposición, investigación y transformación de este residuo.

Esta iniciativa, que cada vez se ha vuelto más visible y reconocido por la ciudadanía, comenzó a raíz de la inquietud y preocupación de saber que muchas de estas colillas terminaban tapando las alcantarillas, enfermando y matando a los animales, y contaminando nuestras aguas. Cuando entendimos esto, nos quitamos la venda de los ojos y entendimos el grave problema por el que estaba pasando la ciudad.

Construir este proyecto se basó en tiempo y dedicación. Evolucionamos y ahora somos No más colillas Colombia. Los esfuerzos de cada voluntario que ha aportado a esta causa nos permitió llegar a otros territorios y traspasar fronteras. Hemos ganando premios y, más allá del reconocimiento, estos han sido pequeños granos de arena e impulsores que nos han ayudado a seguir contribuyendo al cuidado del medio ambiente y al aligeramiento de una carga que no le corresponde a nuestro entorno. No solo se trata de recoger las colillas; se trata de crear oportunidades con ellas y concientizar a la gente para que entienda que podemos tomar este contaminante y convertirlo en un material que aporta a la construcción de la sociedad.

Nuestros esfuerzos y ejemplo nos han llevado a que más jóvenes se sumen a este proyecto, no solamente en la capital del país sino en diferentes departamentos como San Andrés, Cúcuta, Villavicencio y otros. Hoy queremos dar a entender a la ciudadanía que las colillas, a la que nos les ven un uso, pueden convertirse en materiales usables. Con 2,500 cigarrillos y un proceso minucioso y detallado de transformación estos desechos pueden transformarse en 50 hojas de papel. En No más colillas Colombia seguimos indagando en nuevos proyectos tales como la fabricación de macetas con el uso y procesamiento de 200 colillas.

Entre ensayo y error nos hemos dado cuenta de que las colillas sí son reutilizables y que, al igual que el plástico, contaminan gravemente al planeta, pero si unimos nuestros conocimientos, dedicación e investigación, podemos transformar este panorama y dar un respiro a nuestro planeta. Y tú, ¿Qué esperas para ser parte del cambio con No más colillas? 

¡Te invitamos a apoyar y difundir esta petición! Si reunimos 350 firmas o más, esta campaña será presentada a los congresistas para que den una respuesta en la página de Osoigo. Unamos fuerzas para ayudar al planeta desde nuestras acciones diarias. ¡Muchas gracias!