Mi hijo Luis Enrique Valdez Olmedo desapareció la noche del 18 de agosto de 2019, cuando iba a comprar gasolina en su bici, en Salamanca, Guanajuato. Tenía 15 años de edad. Unos momentos antes nos había hablado para decirnos que se le había ponchado una llanta y que prefería que lo alcanzáramos para volver juntos. Cuando fuimos en su búsqueda solo encontramos la bicicleta tirada en el suelo, sin rastro alguno de mi hijo.

Mi pequeño Luis Enrique es un niño tranquilo. Había dejado la escuela años atrás para ayudarle a su padre a trabajar. Pero justo un mes antes de que desapareciera había presentado un examen para acreditar la escuela primaria. Estábamos en espera de ese documento, y también él se estaba preparando para presentar otra prueba y poder sacar el certificado de secundaria. Ese 18 de agosto, Luis Enrique planeaba salir de paseo en su moto y por esa razón había querido ir por el combustible. Pero para nuestra desesperación, él no volvió más.

Enseguida lo buscamos por la zona, sin tener éxito. Incluso, al día siguiente volvimos a ese lugar, pero nada. No encontramos nada que nos llevara a dar con algún rastro de él. Todas las noches, antes de que se durmiera yo llenaba de bendiciones a mi hijo, nunca esperamos que esto nos fuera a pasar a nosotros. A él. Luis Enrique es una persona muy linda, no hacía travesuras y le gustaba estar con sus amigos. Yo lo único que pido es volver a verlo, sano y salvo, volver a tenerlo en casa.

Solo queremos que nos ayuden a dar con su paradero, que nos den pistas de dónde puede estar, que las autoridades nos ayuden en hacer esa búsqueda. Por eso ahora pido a las autoridades mexicanas, del Senado de la República, que me ayuden a encontrar a mi hijo.

Por favor, ayúdanos a firmar y a difundir esta campaña por todos tus grupos y contactos de WhatsApp y Redes Sociales. Si conseguimos 300  apoyos, esta pregunta llegará a políticos de distintos partidos del Senado de la República, los cuales nos tendrán qué dar una respuesta en esta misma web.