Buenas tardes.  Es interesante tu pregunta porque deja ver la idea que mucha gente tiene de los políticos, según la cual no podemos ponernos de acuerdo en nada, ni valoramos nada que hay hecho otro partido.  No te voy a negar que tengas motivos para ello. La propia Cuca Gamarra, es en mi opinión, un ejemplo de ello.  Pero como no quiero que pienses que no te voy a contestar, entro en materia.

Creo que algo positivo que figurará en su haber, a pesar, obviamente de que yo no la votase, es haberse convertido en la primera mujer alcaldesa de Logroño. Es importante, que las mujeres estemos en primera fila. Y que una ciudad como Logroño, pueda estar regida por una mujer es un signo más de avanzar en materia de representación de la mujer.

En materia de gestión, hay asuntos en los que hemos estado de acuerdo. Y lo digo, porque creo firmemente que lo que sea bueno para Logroño y los logroñeses debe aprobarse, independientemente de quién lo proponga. Y así lo haré si soy alcaldesa: no despreciaré ninguna iniciativa sólo porque venga de la oposición. Por ejemplo, el pasado jueves, votábamos a favor de la aprobación inicial de la Ordenanza de accesibilidad universal, como antes lo hicimos  con el IV Plan de Integración de personas con discapacidad o el II Plan de Convivencia Intercultural.

El acuerdo en estas materias es claro. Cualquier esfuerzo municipal es poco y, además, porque son planes plurianuales que, por tanto vincularán a la futura corporación y qué mejor que el consenso para ello.  Como ves, hay espacio para el acuerdo, si se quiere. Que, por desgracia, se ha querido poco por parte del PP.

De lo peor de la legislatura, creo que ha sido el talante. Mejor dicho, la falta de éste exhibido por el grupo municipal del PP, con la propia alcaldesa a la cabeza, con un permanente ninguneo a iniciativas sólo por proponerlas el PSOE y un continuo ataque a la legislatura anterior, ejerciendo en todos los Plenos de oposición a la oposición.

Le ha faltado perfil institucional muchas veces, algo que si tuvo su antecesor, Tomás Santos, para con ella cuando lideraba la oposición.

Creo, sinceramente, que hay que rebajar la crispación porque perjudica al crédito del Ayuntamiento como institución.

En materia de gestión, creo que esta legislatura que está a punto de acabar es un fracaso. En materia de obras, ya en su época de concejala del plan centro avisaba, con la chapuza de gran vía, pero no se puede hacer peor con la plaza primero de mayo o con la hipoteca que va a dejar por años con la refinanciación del soterramiento. Es palmario, no hay más que pasear por él, el abandono del Casco Antiguo. Ahora quieren licitar a toda prisa, la llamada smart city, cuando es un contrato de más de 6 millones.  Logroño es hoy una ciudad con más parados que en 2011. Los conflictos en materia de gestión de Policía Local están enrareciendo el clima en el cuerpo de Policía, algo que no es admisible. Se negaron a abrir comedores escolares para paliar los problemas de alimentación infantil. Anuncian proyectos y los vuelven a anunciar, pero no los ejecutan como el de la Glorieta, Cien Tiendas y Plaza La Paz. Hay algo que huele mal en el cambio de ubicación del servicio de grúa. O presentan, de espaldas a la oposición y a los ciudadanos, un proyecto de Ley de Capitalidad para Logroño a última hora y que es un ejemplo más de la sumisión de la alcaldesa hacia el Gobierno de La Rioja. Y la lista seguiría.

En definitiva, creo que la gestión de Cuca Gamarra y el PP al frente del Ayuntamiento de Logroño se merece un suspenso.