¡Porque todas las niñas y niños en situación de vulnerabilidad crezcan en una familia protectora!

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Me llamo Erbert Quispe. Cuando era pequeño, mi madre falleció y mi papá no podía hacerse cargo de mi cuidado por lo que ingresé a Aldeas Infantiles SOS en Cusco. Si bien al principio me sentía triste, en la aldea encontré a una persona que me atendió y me cuidó como si fuera mi familia y también encontré a otras niñas y niños como yo, con quienes no compartía sangre, pero sí lazos de afecto que durarían para toda la vida.

Además de cuidarme, en Aldeas tuve muchas oportunidades para desarrollarme. Cuando estaba en primero de secundaria, postulé a una beca estudiantil en Costa Rica como parte de un intercambio estudiantil. Fueron dos años de muchas experiencias no solo de aprendizaje académico, sino de vida en la que compartí con otras culturas y el respeto hacia el medioambiente.

Todas esas experiencias me hicieron querer seguir desarrollándome y decidí estudiar Gastronomía y Administración de empresas turísticas y hoteles. Actualmente, soy dueño de dos juguerías y estoy a puertas de abrir un tercera. Sin el apoyo, cuidado y educación que recibí, no hubiera podido lograr esas metas. 

Aldeas Infantiles me regaló grandes personas que me apoyaron desde el primer día y un espacio seguro que me permitió cumplir mis sueños con confianza.

Quiero que todas las niñas y niños que no pueden estar con su familia por diferentes razones, puedan recibir un cuidado adecuado y protector para desarrollarse integralmente, contando con un hogar, una habitación, un abrazo y muchos sueños. ¡Con tu firma me estarás ayudando a conseguirlo!

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