La única forma de acabar con el hambre y la pobreza pasa por derogar la modificación del artículo 135 de la Constitución, cambiar nuestro modelo productivo y asegurar los derechos sociales y laborales de los trabajadores y trabajadoras de Andalucía. Desgraciadamente en los medios de comunicación parece que importa más la acción de protesta que las causas de la misma, por eso cuando Gordillo realiza la acción en el supermercado se puso el acento en el carrito y no en la necesidad de la gente de llenar ese carrito. Gordillo puso sobre la mesa la pobreza en la que se encuentran las trabajadoras y trabajadores de este país, pues se encuentran cobrando sueldos de miseria con horarios esclavistas y sin derechos sociales (sanidad, educación, dependencia) pero su acción hay que considerarla en un contexto de reivindicación social y no como método. En cualquier caso lo que seguro que es ilegítimo es darle dinero a la banca mientras se privatizan servicios públicos, lo que es ilegítimo es reformar la Constitución para garantizar el pago a la banca y no para garantizar el cumplimiento de los derechos que reconoce, lo que es ilegítimo es pedirle a la clase trabajadora que recorte sus salarios mientras se permite que empresas con beneficios millonarios puedan despedir a gran parte de su plantilla con un ERE aprobado por los poderes públicos. Esto que además es de una evidencia palpable, es lo que hay que cambiar y lo vamos a cambiar cuando gobernemos el pueblo y no la banca.