En efecto, en el caso Volkswagen podemos hablar de un rescate encubierto que lo que evidencia no es lo injusto de los fueros, sino el chantaje y amenaza que el estado quiso utilizar contra la viabilidad y el futuro de Navarra y que activa y desactiva a su antojo. Nos alegramos, que la posición firme del Parlamento de Navarra consiguiese echar para atrás al estado con sus chantajes y amenazas.

A esta situación no habríamos llegado nunca, si Navarra gestionase los impuestos indirectos, como es el IVA, y decidiésemos aquí, entre todos y todas  nuestras políticas fiscal y tributaria, sin injerencias ni imposiciones.