Pregunta para Congreso de los diputados

¿Por qué Susana García no ha sido readmitida en ALSA? Su sentencia ha sido la única recurrida

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Susana García es mujer, madre a cargo de una familia monomarental y conductora profesional de ALSA desde 2011. Siempre comprometida con su trabajo y con la empresa, llegó incluso a ser imagen promocional de esta en 2016.

Después de varios contratos temporales a jornada completa, su superior decide reducir su jornada a 20h, aún habiéndole explicado Susana su situación como madre de dos hijos y sin ninguna ayuda del estado por ser familia monomarental. Una vez más su contrato termina y vuelve a ser despedida hasta 2019, cuando decide volver a trabajar con las mismas condiciones precarias de la última vez, porque su situación económica no le permite elegir.

Harta y cansada por la situación, decide interponer una denuncia por “contratación encadenada de contratos”. Intenta ponerse en contacto con su jefe pero no recibe respuesta, por lo que después de varios días decide ir al INEM, donde le comunican su situación de paro. Estos le trasladan también que su prestación peligra, ya que los papeles del despido aún no han llegado al INEM, por lo que es este mismo el que decide realizar una reclamación a ALSA para solicitar la documentación.  

Esta situación se alarga, causándole un enorme cansancio y sufrimiento a Susana, que aún así no se rinde e interpone una demanda por despido. A su caso, se suma el despido improcedente de otro compañero; ambos habían interpuesto una denuncia. Ambos ganaron los juicios, con la obligación por parte de ALSA de readmitirlos, pero a Susana no la readmiten y recurren su sentencia sin ningún tipo de explicación.

La empresa ALSA presume de un plan de igualdad en el que promete “potenciar el trabajo en colectivos como mujeres desempleadas, maltratadas o madres solteras con especial atención a las que tienen mayores dificultades de acceso al mercado laboral”, algo que claramente no está cumpliendo. Susana, actualmente, es la única trabajadora que no ha recuperado su empleo, y ALSA sigue sin dar la cara ni ofrecer ningún tipo de respuesta.

Son muchísimas las plataformas y colectivos feministas y sociales que apoyan a Susana y exigen su reincorporación, considerando este caso como un ejemplo de discriminación de género al haber sido Susana la única trabajadora no readmitida en la empresa.

Desde aquí exigimos la readmisión de Susana y el cumplimiento de los derechos laborales de todo tipo. Por otro lado, repudiamos la discriminación por razón de género a la que está siendo sometida ella y otras muchas mujeres actualmente en España. Esta situación no solo afecta a las mujeres que sufren la discriminación y la precariedad en sus carnes, sino que también afecta a sus familias. Ya es hora de que esta situación termine.

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