La Geoingeniería es una disciplina que consiste en la manipulación del clima mediante una variado abanico de técnicas. Se investiga desde hace décadas y se ha usado en el pasado con diferentes propósitos, desde militares (operación Popeye en Vietnam) hasta para despejar el cielo antes de un evento deportivo o de otro tipo (en China y Rusia por ej.), hacer llover ante una sequía prolongada (en Israel, Venezuela, etc.), hasta evitar que la lluvia estropee tu boda (hay empresas que se dedican a ello) o el granizo destruya las cosechas (el famoso yoduro de plata es tan sólo uno de los múltiples productos químicos que pueden usarse, con diferentes efectos; hay más de 165 patentes).

Estamos viendo en España desde hace años supuestas estelas de condensación de los aviones que son completamente incoherentes con la ciencia y la física de su formación, así como maniobras que  violan la normativa aérea civil.
Supuestas estelas de condensación todo el año, en cualquier clima, latitud y altura. Algo totalmente absurdo. Supuestas estelas que deshacen nubes, o las crean; gigantescas masas planas que absorven o mutan los cúmulos que hay por debajo. Calimas y nieblas que vemos cómo van aumentando de tamaño y densidad conforme estos aviones van dejando sus "estelas de condensación". Frentes lluviosos que quedan deshechos al contactar con estos rastros, o que se desintegran en menos de una hora la pasar varias de estas "estelas de vapor" sobre ellos. Días despejados, limpios y de cielo azul intenso que se cubren de esta porquería blanquecina que aumenta las temperaturas al crear un efecto invernadero.
La agricultura se hunde por la falta de lluvias regulares como antaño. Las enfermedades vegetales y respiratorias se disparan. La calidad del aire es cada vez peor pese a no tener casi industrias y haber disminuido el tráfico rodado por la crisis.
Estamos hartos de que se nos engañe, de que se hagan las cosas sin consultarnos, queremos saber la verdad, que se juzque a los culpables y que dejen de envenenar el aire, el agua, la tierra y la población. No nos chupamos el dedo.