Soy Silvia y debido a la Miastenia Gravis quizás no pueda obtener mi licencia para piloto. ¿Por qué por el simple hecho de tener una enfermedad rara ya se nos discrimina, aunque esta no nos incapacite?
Miguel Montejo

El 65% de las personas con enfermedades raras están desempleadas. La discriminación laboral por el diagnóstico de una enfermedad rara, como es tu caso, no debe darse


Muchas gracias, Silvia, por trasladarnos tu pregunta. El pasado viernes 16 de abril le dimos respuesta en directo y a continuación te la traslado por escrito.

Tener una enfermedad que no tiene claro el tratamiento y, al principio, ni el diagnóstico, debe de ser un proceso espantoso. Una de las primeras medidas que debemos tomar es la de solucionar cualquier situación discriminatoria que pueda darse. Por ejemplo, solucionar cualquier barrera que pueda haber a nivel laboral. No debe haber riesgo de despido cuando una persona con una enfermedad rara necesite acudir a revisiones periódicas,  por ejemplo. 

Además debe haber medidas de concienciación y visibilización. El 65% de las personas con enfermedades raras está desempleada, este es el tamaño del drama. ¿Qué debe hacer una sociedad avanzada y democrática como la nuestra? ¿Seguir haciendo propuestas? No, es el momento de cumplirlas. No podemos recortar en presupuesto. Nosotros proponemos invertir en investigación. Y también tenemos una necesidad, como sociedad, la gestión de acompañamiento socio-sanitaria. 

Creo que una sociedad como la nuestra no puede permitir dejar a gente atrás, habiendo medios para que puedan vivir un poco mejor. Y en esta línea van las propuestas que llevamos desde Más Madrid para cambiar el escenario de las enfermedades raras. 


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Miguel Montejo
 Pregunta Soy Silvia y debido a la Miastenia Gravis quizás no pueda obtener mi licencia para piloto. ¿Por qué por el simple hecho de tener una enfermedad rara ya se nos discrimina, aunque esta no nos incapacite?

Mi nombre es Silvia, tengo 24 años, soy estudiante de piloto aeronáutico y padezco Miastenia Gravis. Esta es una enfermedad autoinmune y crónica donde el sistema inmune ataca por error y debilita la musculatura. Quiero contar mi historia para dar visibilidad a las enfermedades raras y exponer las injusticias a las que nos enfrentamos las personas que las padecemos. 

Yo siempre he sido una persona sana, por lo que nunca pensé que algo así podía pasarme, pero a veces la vida puede cambiarte de un momento a otro. A principios de este año, empecé a notar que veía doble, y el párpado derecho se me cayó un poco. Pasados unos días, fui al médico para buscar respuestas. Desde el centro de salud, me derivaron al Hospital de Cuenca. Estuve una semana ingresada y me hicieron un sinfín de pruebas. Finalmente recibí el diagnóstico de la Enfermedad de Miastenia Gravis, algo que desconocía por completo. Me dijeron que es una enfermedad crónica, pero que en mi caso tenía un grado leve, por lo que los síntomas se podían apaciguar con un tratamiento. 

Me pusieron la medicación y en solo una semana hizo desaparecer los síntomas rápidamente. En el Hospital de Albacete visité a una cirujana para la extracción de la glándula del Timo, que podría remitir mi enfermedad. Esta estableció que llevaríamos a cabo la operación a finales de marzo. Sin embargo, debido a la pandemia de la Covid-19, esta intervención se aplazó. 

El pasado mes de Agosto me realizaron la operación. Aunque esta tuvo una duración de 6 horas y estuve 24 horas en la uci, al cabo de seis días me dieron el alta, y desde hace veinte puedo hacer vida completamente normal.   

Antes de todo esto, yo era una persona sana y nunca había padecido problemas de salud. Sin embargo, desde que padezco esta enfermedad me he dado cuenta que cuando decimos que tenemos una “enfermedad rara” la gente se comporta como si ya no fuéramos válidos. En mi caso, ahora mismo tengo las mismas capacidades que cuando no padecía mi enfermedad.

En Octubre de 2017 empecé una formación para ser piloto de avión en una escuela de Madrid. Esta es una formación dura y larga, que requiere mucho sacrificio. Me quedaban solo 40 horas de práctica para poder obtener mi licencia y cumplir mi sueño. Actualmente no puedo obtener la licencia puesto que la enfermedad ha sido diagnosticada recientemente. Más adelante tendré que volver a presentarme al reconocimiento médico, y me dirán si soy apta o no para ejercerlo.

Ahora mismo soy capaz de llevar una vida completamente normal: sigo en mi trabajo, hago deporte y salgo por ahí. El único aspecto que ha cambiado en mi vida ha sido el verme “incapacitada” de quizás no poder ejercer la profesión que tanto había anhelado. Sin embargo, mis competencias siguen siendo las mismas y no tengo síntomas que puedan impedirme ser piloto. Si no hubiera nombrado mi enfermedad, nadie lo hubiera detectado. 

Considero que las personas con enfermedades raras debemos ser tratadas de la misma forma que los demás, y no debemos ver nuestras vidas limitadas por ello. Tenemos derecho a tener las mismas oportunidades en todos los ámbitos. 

Por este motivo, me dirijo a los miembros de la Asamblea de Madrid para que se corrobore con pruebas efectivas si una persona es capaz de llevar a cabo una actividad o no por sus capacidades, y no por el simple hecho de padecer una enfermedad crónica. 

Enviada por
Silvia Fernandez Silvia Fernandez
509 de 500 Apoyos
03.09.2020

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