Hola a todos,

Me llamo María, tengo 49 años y soy de Almería, aunque actualmente resido en Reino Unido. En septiembre de 2015 me diagnosticaron leucemia mieloide aguda con una variante FLT3. Estaba en Almería en aquel momento, y allí creyeron que no podía hacerse nada para mantenerme con vida, por lo que no me derivaron a ningún sitio donde pudieran tratarme. 

Mi familia y yo decidimos entonces poner rumbo a Barcelona, directa al Clinic. Allí, nada más ingresar, iniciamos con el tratamiento: quimioterapia, 8 días en coma y 15 días en la UCI. Me costó mucho recuperarme, por la gravedad de la enfermedad en el momento del ingreso, y por la agresividad del tratamiento para poner frente a la leucemia. ¿La buena noticia? Después de aquello, estaba en remisión. 

Pasamos a una segunda ronda de tratamiento y el posterior trasplante de médula ósea, al que me sometí en enero de 2016. Y mientras tanto, sin poder remediarlo, perdía a mis hijos… 

Yo residía en Reino Unido cuando, al separarme de mi marido, regresé con mis hijos a España; pero al poco tiempo enfermé, y su padre recuperó la custodia. Estar enferma me arrebató derechos, me impidió luchar y me abocó a la situación actual: llevo 6 años sin ver a mis hijos. ¿Qué madre puede sobrevivir a eso?

4 abogados en España y 2 en Reino Unido, mi marido en paradero desconocido, más de 500 propuestas enviadas y ni una sola aceptada, retraso en las sentencias… Es un pequeño resumen de todo aquello a lo que me he tenido que enfrentar en estos años. A veces solo alcanzo a preguntarme: ¿Por qué? Algunos pacientes oncológicos no contamos con ninguna ayuda a nuestro alcance. Tuve que auto-arreglarme la pensión, los asistentes sociales no me prestaron ningún tipo de asesoramiento y los psicólogos tan solo me instaron a aceptar mi propia muerte… 

El cáncer está a la orden del día, sí, pero ¿también somos conscientes de todos los daños que lleva aparejados la enfermedad? Yo he padecido todo cuanto conlleva una leucemia, hasta el punto de perder a mis hijos. 

Los pacientes que nos enfrentamos a enfermedades graves y que conllevan tantas secuelas debemos contar con un asesoramiento y acompañamiento laboral. Yo me encontré con que nadie te ayuda ni asesora; mi asistente social no movió un dedo y yo tuve que ver cómo perdía el derecho a ver a mis hijos sin opciones para poder remediarlo. 

Por eso desde aquí quiero dirigirme a mis representantes políticos en el Congreso de los Diputados para plantearles la siguiente cuestión: ¿Cuándo se garantizará el servicio de asistencia social y asesoramiento para todos los pacientes oncológicos? Situaciones como la que yo estoy viviendo deberían ser inadmisibles. 

Y también me dirijo a vosotros, familiares, amigos, conocidos: Os ruego que me ayudéis a difundir y firmar esta campaña por todos vuestros grupos y contactos de WhatsApp y Redes Sociales. Si conseguimos 1500 apoyos, esta pregunta llegará a los distintos partidos políticos del Congreso de los Diputados, teniendo la obligación de darnos, al menos, una respuesta.