Pregunta para Congreso de los diputados

Hablar de asexualidad, ¿en realidad es tan importante?

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Laura Ramos Pregunta de Laura Ramos

La asexualidad es una orientación sexual en la que no se siente atracción sexual hacia nadie. Como toda orientación sexual, ésta solo indica la atracción sexual, no los demás aspectos de la sexualidad.
Por tanto, ser asexual no significa no poder enamorarse (existen diferentes tipos de atracción, cada una actúa por separado y es independiente de las otras), no tener libido (deseo sexual y atracción sexual son cosas diferentes y actúan de manera independiente) o excitación o no poder disfrutar del sexo.
Por otro lado, existe lo que se denomina espectro ACE: desde personas asexuales (que nunca sienten atracción sexual) hasta personas que sienten atracción sexual en circunstancias específicas (con una frecuencia o intensidad tan baja que se sale de lo normativo, de lo "normal").
Me dedico a hacer activismo sobre esto. La asexualidad sufre de una gran invisibilización: la mayoría de personas asexuales no saben que lo son, con todo el sufrimiento que esto conlleva.
Necesitamos referentes, visibilidad e información. Necesitamos que la gente tenga las herramientas necesarias para entender su sexualidad (que diferencie los conceptos mencionados anteriormente, que conozca las orientaciones sexuales existentes...), que se libere de los estándares irreales que están impuestos (la atracción sexual no es universal, no todas las personas están interesadas en el sexo...) y que viva su sexualidad en sus propios términos, 
sin condicionantes o presiones externas. Necesitamos información variada, diversa, completa, inclusiva, no sesgada y no patologizante, la implantación de la ESI a nivel general, educación sexo-afectiva de calidad, acabar con el odio, 
que proviene de la ignorancia, dejar de ignorar las agresiones y darles la importancia que se merecen.
En definitiva, necesitamos que la gente tenga poder sobre sí misma. El conocimiento es poder. Sin conocimiento no nos enteramos de la existencia de nuestra orientación/identidad, no podemos llevar nuestra sexualidad como realmente queremos.
Sin conocimiento nos ajustamos (o intentamos ajustar) a lo normativo porque no conocemos otra cosa, aunque nos haga daño, no somos capaces de definir nuestros límites, hacemos cosas que no queremos, o dejamos de hacer cosas que sí queremos, se invisibilizan, invalidan y patologiza la disidencia, y nos creemos estas ideas porque son nuestro único marco de referencia y la gente no normativa se odia a sí misma por algo que no debería tener ninguna relevancia. Lo que no se nombra no existe.
Con conocimiento creamos etiquetas, sabemos definir cómo somos y somos capaces de auto entendernos, creamos conceptos que son necesarios para definir nuestra sexualidad, aprendemos que hay otras posibilidades, más allá de la normativa, aprendemos de nuestro cuerpo, obtenemos el poder de decidir cómo llevar a cabo nuestra sexualidad en todo momento y tenemos el control que necesitamos.
Además, esto es importante para detectar posibles escenarios de violencia (y evitarlos si está a tiempo o pedir ayuda si ya ha pasado). Respecto a esto, muchas personas asexuales se culpan a sí mismas por esta situación.
La ignorancia no es culpa nuestra, es una orientación invisibilizada a más no poder, no hay casi nada de información, es lógico que no sepamos nada. No hay que sentirse culpable por no saber. 
Por otro lado, es natural tener dudas. Cuando una orientación está tan invalidada y menospreciada, es lógico dudar si pertenecemos a ella, si merecemos esa etiqueta o pensar que estamos robando espacio. Es lógico, y le pasa a la mayoría de la comunidad. 

Si tienes edad para plantearte si eres ACE, también tienes edad para identificarte como tal. Tú y solo tú tienes derecho a ponerte la etiqueta que quieras en el momento que quieras. 
No hay un "demasiado pronto" ni un "demasiado tarde".
El activismo será interseccional o no será.

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