Hola, soy Laura Del Corro, tengo 23 años, vivo en León y soy educadora social. Me gradué en julio del año pasado y llevo desde entonces buscando trabajo, pero sin éxito. Cuando los recién graduados salimos al mercado laboral nos encontramos con un montón de impedimentos que hacen que conseguir nuestra primera experiencia se convierta en una tarea muy complicada. 

En mi caso, hice prácticas en un centro de día para mayores y, viendo que no encontraba trabajo y no quería estar un año parada, decidí seguir formándome y hacer un grado a distancia de educación infantil. Mi experiencia buscando trabajo está siendo bastante difícil. En León apenas salen ofertas, incluso actualmente estoy ampliando mi búsqueda e incluyendo otros trabajos que nada tienen que ver con la educación social, pero aún así no hay oportunidades.

Desde julio apenas he tenido entrevistas como educadora social y, las que he tenido, eran ofertas precarias para ser falsa autónoma o para cubrir bajas cortas por poco dinero. Incluso en un ayuntamiento que ofrecía tres vacantes, los que ya trabajaban ahí llevaban 4 meses de retraso en su sueldo, lo que implicaba que, los que entrabamos nuevos, también tendríamos un retraso en nuestro sueldo. 

A parte de la dificultad para encontrar trabajo, el sector de la educación social está muy precarizado. Conozco casos de educadores sociales contratados como cuidadores y, por tanto, cobrando sueldos que no se corresponden. Hay un problema y es que las profesiones de ciencias sociales como trabajo o educación social se confunden bastante, por lo que a la hora de llevarlo a la práctica se hace muy difícil definirlas. También hay casos en los que cuando acudes a la entrevista, te ofrecen unas condiciones que finalmente cambian debido a la falta de estabilidad que hay en el sector.

Cuando veo ofertas de educadora social siempre piden una experiencia que, para los recién graduados, es imposible tener. Además, la experiencia que las prácticas en la carrera nos ofrecen es más que suficiente, ya que durante ese periodo de tiempo ejercemos como un profesional totalmente cualificado. También en muchos casos piden cursos de 300 horas cuando en la carrera ya hemos abordado esas especializaciones. Bajo mi punto de vista, considero que estoy suficientemente formada como para poder ejercer correctamente las labores de esos puestos de trabajo, pero es algo que no se valora. 

Desde las instituciones hace falta apoyo para aquellos que estamos intentando entrar al mundo laboral. Por eso quiero dirigirme a los miembros de las Cortes de Castilla y León. Creo que es fundamental la existencia de proyectos que nos ayuden a estar en contacto con asociaciones y programas de prácticas. Los recién graduados necesitamos cualquier tipo de apoyo que nos ayude a formarnos profesionalmente y a tener nuestro primer contacto con el mundo laboral.