Soy Bernardo Contreras, esta es la segunda vez que traigo mi testimonio a la página de Osoigo. La primera vez fue para pedir ayuda a las autoridades para recuperar a mi bebé, de solo un año de edad, quien fue sustraído por su mamá el pasado 27 de noviembre de 2020 de forma violenta en el estado de Morelos. Yo tenía en mi custodia a mis otras dos pequeñas hijas de 4 y de 5 años. Pero la mañana de este miércoles, 12 de mayo, mi expareja, con el respaldo de policías y haciendo un uso exagerado de la fuerza, llegó a mi casa, en la Ciudad de México y se llevó a mis dos hijas también.

El pasado 27 de noviembre de 2020, mi expareja, con la que habíamos establecido un acuerdo de visitas periódicas a nuestros 3 hijos, después de decidir separarnos, subió a su coche a mis dos hijas y a mi bebé de un año y dos meses de edad, con la intención de llevárselos. Estábamos en casa de mis padres, lugar donde se había estipulado que fueran las convivencias, y, después de un forcejeo entre ella y mi madre, mi expareja se llevó a mi pequeño, y yo me quedé con las niñas. Desde esa fecha no he podido ver a mi hijo y su madre se niega a devolverlo. Tampoco pude lograr que las autoridades me ayudaran a recuperarlo.

A partir de este momento, empezó un proceso legal que ahora se ha tornado todavía más complejo. En febrero, mi expareja y yo nos reunimos para intentar llegar a un acuerdo, pero no lo logramos. Ella ha sido diagnosticada con trastorno limítrofe de la personalidad y con trastorno bipolar tipo 2. Esto no tendría que ser ningún impedimento, de no ser por los antecedentes de ansiedad y arrebatos que experimentaba durante el tiempo en que convivimos y su negativa a tomar las medicaciones que le recomiendan los doctores para mantenerse lo mejor posible.

Después de ese encuentro, ambos decidimos que iríamos a revisiones psicológicas, porque, además, ella me ha acusado de violencia, sin embargo, no ha presentado pruebas que sustenten lo que dice, y yo aseguro que eso es una mentira que ella usa para no permitirme ver a mis hijos. El 26 de febrero ella aceptó que yo tuviera la guarda y custodia de mis tres hijos, pero solo unas semanas después, el 8 de marzo hace que un juez del estado de Morelos le genere una orden para que yo le regrese a las niñas, y la ejecutan este 12 de mayo, en mi domicilio en la Ciudad de México. Ella no le notificó a ese juez que ya había aceptado que yo tuviera la guarda y custodia de las niñas. Nadie está viendo que ella está declarando dos cosas que se contradicen en este proceso legal. Primero, aceptando que yo siguiera con la guarda y custodia y segundo, pidiendo que me quiten a mí a las niñas. No es posible que no se verifique el expediente completo antes de ejecutar, violentamente, la orden de quitarme a mis hijas. 

Les pido a quienes integran el Congreso del estado de Morelos, que me ayuden a recuperar a mis hijos, que revisen sus protocolos, que sean empáticos con los padres que pasamos por esta situación. Hemos luchado hasta ahora en las instancias que se ha podido, la Asociación Niños con MaPa también nos ha acompañado y guiado en este camino que parece lleno de obstáculos y de un gran desapego ante nuestra realidad por parte de quienes imparten justicia en México. 

Por favor, ayúdanos a firmar y a difundir esta campaña por todos tus grupos y contactos de WhatsApp y redes Sociales. Si conseguimos 500  apoyos, esta pregunta llegará a esos representantes políticos, los cuales nos tendrán qué dar una respuesta en esta misma web.

¡Muchas gracias!