Pregunta para Asamblea de Madrid

La Ley Isabel Celaa pone en peligro los colegios de Educación Especial y atenta contra los derechos fundamentales de los niños con discapacidad. ¿Por qué nos quitan la libertad de escoger donde escolarizar a nuestros hijos?

227 personas la han apoyado
227 de500 Apoyos
Belén Jiménez Pregunta de Belén Jiménez

Mi nombre es Belén y soy la madre de Mariana, una niña de 14 años con Parálisis Cerebral. 

Mariana nació sana, pero a los 13 meses padeció una encefalitis que le provocó una lesión muy grande. Ya a los 3 años empezó a asistir a un colegio de Educación Especial, lo cual siempre la ha ayudado en su desarrollo. Estos colegios les ofrecen a los niños un sinfín de actividades y terapias muy beneficiosos y esenciales para su salud física y emocional.

En las escuelas de educación especial, los niños como Mariana reciben una atención especializada, y tienen a su disposición a profesionales formados y especializados. En estos centros se adaptan los ambientes y espacios a las necesidades de estos niños para que amplíen sus capacidades y aprendan a saber valerse por sí mismos. Les adaptan las asignaturas de forma individual, y tienen todo tipo de actividades que fomentan su autonomía, además de terapias enfocadas en mejorar su salud. 

Sin embargo, durante el Estado de Alarma, se aprobó en el Congreso de los Diputados la tramitación parlamentaria de la Ley de Educación de Isabel Celaa poniendo en peligro los colegios de Educación Especial, tal y como los conocemos hoy. Esto implica que el Gobierno, junto a las administraciones educativas, desarrollará un plan para que en el plazo de diez años los colegios ordinarios cuenten con los suficientes recursos para atender a los niños con necesidades educativas especiales. 

La tramitación de esta ley implica que poco a poco, se va a ir asfixiando económicamente a los colegios de educación especial, hasta el punto que estos tengan que llegar a su cierre. 

Como madre de Mariana, me preocupa que su educación pueda verse afectada, así como su salud física y emocional. Soy consciente de que nuestros niños no pueden estar escolarizados en una escuela ordinaria. Ellos necesitan una atención muy individualizada, ya que tienen unas necesidades distintas, y deben de estar en manos de profesionales no solamente formados en educación especial, sino especializados en las necesidades de cada niño.

Además, en las escuelas convencionales, el ratio de cada aula suele ser de más de 20 niños, y en la escuela de educación especial solo son 5 o 6. Muchas de estas escuelas suelen tener unos edificios antiguos, y no están adaptados a la accesibilidad que necesita un niño con silla de ruedas. 

En las escuelas de educación especial, muchas aulas están medicalizadas porque muchos de los alumnos tienen necesidades médicas que hay que cubrir en sus horas lectivas. En muchas de las escuelas ordinarias no hay ni siquiera una enfermería, por mucho que los padres hayan insistido en la importancia de ello. Además, algunas terapias como la logopedia o la fisioterapia (que reciben en los colegios especiales) son absolutamente necesarias para ellos, para mantener un buen estado de salud.

Son muchos los cambios que deberían de hacerse en las escuelas ordinarias para poder adaptarlas a las necesidades de los niños con algún grado de discapacidad, y todo ello implica una inversión de recursos importante. 

Considero que es importante la inclusión, pero todos los niños son distintos, y en estos casos los niños con discapacidad no van a poder seguir el ritmo de la clase, por mucho que se quiera. 

Muchos de ellos no pueden moverse, hablar, e incluso se les cae la baba, por lo que en el recreo van a estar apartados y por supuesto no van a poder integrarse o ser un niño más. Por no hablar de que muchos llegan al colegio medio dormidos debido a algunas medicaciones que les causan somnolencia. 

La tramitación parlamentaria de la Ley de Educación de Isabel Celaa atenta contra los derechos fundamentales de los niños con necesidades educativas especiales y de sus familias. 

Sabemos que, como somos una minoría, no interesa invertir en el bienestar de estos niños, porque este tema no importa a las personas hasta que les toca de cerca. 

Pedimos conciencia social sobre este tema, y que se nos escuche a las familias. No podemos permitir que la salud física y emocional de estos niños se vea mermada por esta ley. 

No queremos que la Escuela Especial desaparezca. ¡Ayúdanos a defenderla! #nocierresmicole

227 personas la han apoyado
227 de500 Apoyos