Hola, soy Alicia, y quiero contar mi historia porque creo que la diabetes tipo 1 necesita más visibilidad. Esta enfermedad me acompaña desde que tenía 14 años, y desde ese momento, mi vida cambió completamente. Aunque me he adaptado a vivir con ella, el día a día no es sencillo y, con el paso del tiempo, he comprendido que la diabetes no puede ser tratada solo por el endocrino. Necesitamos un enfoque más completo, un equipo multidisciplinar que aborde todas las facetas de la enfermedad.

Las primeras señales de la diabetes fueron claras: una necesidad constante de orinar, mucha sed, cansancio, irritabilidad, y un deseo incontrolable de comer dulce. Después de visitar a varios médicos, en un principio no me tomaron en serio, hasta que dos meses después me ingresaron de urgencia. Desde entonces, las inyecciones de insulina, los pinchazos y el cálculo de raciones de hidratos de carbono se han convertido en parte de mi rutina diaria. Pero lo que nunca se va, es la preocupación constante de tener que estar pendiente de los niveles de glucosa en sangre.

Lo más difícil de vivir con diabetes tipo 1 es que se trata de una enfermedad crónica. No tiene descanso, no tiene vacaciones. Y, aunque pueda seguir haciendo todo lo que me gusta, siempre tengo que tenerla en mente. Cada vez que hago ejercicio, cada vez que me siento cansada, cada vez que me siento bien o mal, la diabetes está allí.

La falta de visibilidad de la diabetes tipo 1 es otro de los grandes problemas. Muchas veces se confunde con la diabetes tipo 2, y aunque ambas son enfermedades que afectan los niveles de glucosa, las características, los tratamientos y las complicaciones son muy diferentes. Necesitamos que la sociedad entienda que las personas con diabetes tipo 1 tenemos necesidades y desafíos propios que deben ser atendidos de manera adecuada.

Además de la insulina, que es fundamental para poder vivir, necesitamos tener acceso a tecnologías y materiales que nos ayuden a gestionar mejor la enfermedad. No se trata solo de insulina y glucómetros, sino de herramientas que nos permitan llevar una vida más saludable y controlada. Y en este sentido, es urgente que los profesionales de la salud, desde el momento del diagnóstico, estén mejor formados y especializados en diabetes tipo 1.

Por eso, lanzo esta campaña, para pedir que todos los pacientes con diabetes tipo 1 reciban un tratamiento multidisciplinar desde el sistema público de salud. Necesitamos que nuestros políticos escuchen nuestras voces y se tomen en serio el cuidado de las personas con diabetes. ¡Gracias por tu apoyo! Juntos podemos conseguirlo