Hola, soy Irene Chávez Castañeda, tengo más de 60 años y soy presidenta de Ollas Comunes Nacionales del Perú. Empecé colaborando con este proyecto en la zona de Jicamarca, en el distrito de San Antonio (Huarochirí, Lima). Mi labor me permite ver el potencial y la entrega en el día a día de las madres de familia de todo el Perú en sacar adelante a sus familias.

Muchas de las ollas comunes en el Perú nacen como una respuesta a la crisis sanitaria por la COVID-19 y de una grave crisis económica, que afecta a las personas más pobres. Este proyecto ayuda mucho a combatir la anemia en las niñas y los niños en zonas de precariedad y que permite a los padres tener un sustento en la alimentación de sus hijos. 

Durante el tiempo de la pandemia, la mayoría de familias mantenía un poco de capital para emprender. Sin embargo, las cuarentenas y las medidas restrictivas de movilización social provocaron que los padres y las madres se gasten sus ahorros para sostener a sus hijos y, hasta el momento, no han podido recuperar esos ingresos. 

Admiro mucho la capacidad de las madres para enfrentar adversidades. Si no hay gas para cocinar, se consiguen leña para seguir avanzando. Nosotras mismas hemos emprendido capacitaciones de repostería, bisutería, cuidados de salud y corte industrial. Cada habilidad y cada experiencia de ellas son impartidas entre nosotras y con otros comités de ollas comunes para impulsar un negocio y solventar nuestro proyecto.

Hemos pedido a muchas instituciones gubernamentales que nos capaciten en diversas actividades y oficios, pero muchas nos responden que no cuentan con el presupuesto requerido. El Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa) atendió nuestra demanda, enseñando a muchas madres a criar aves, cerdos y preparar huertos en nuestra zona. Todavía hay muchas comunidades y grupos de madres que no se capacitan en nada. 

Queremos salir adelante. No es mi intención, ni de todas las madres de familia, pedir solo un financiamiento; sino tener más oportunidades de aprender y capacitarnos en diversos oficios y que nuestras comunidades sean autosuficientes. No queremos ser carga social. Todo lo contario, queremos ser un apoyo social.  

Los emprendedores mantienen la economía de este país. Si les cambiamos la vida a las madres, ellas les cambiarán la vida a sus hijos. A través de Osoigo Perú, lanzo esta campaña para concientizar a la sociedad de esta labor. Mi deseo es que colaboraren dándole click en el botón de «APOYAR», llenando el formulario o firmar con tu cuenta de Facebook. 

El proceso es sencillo. Si logramos juntar todas las firmas requeridas, las autoridades peruanas tendrán que darnos una respuesta a través de Osoigo.com. ¡Podemos salir adelante con la ayuda de todas y de todos!