Pregunta para Senado de México
Desde Abogadas Feministas – AFEMS, alzamos la voz para frenar la violencia que se ejerce en contra de las mujeres y de las infancias cuando los progenitores desaparecen e incumplen el pago de la pensión alimenticia correspondiente.
Somos una Sociedad Civil de Abogadas Feministas Mexicanas que tenemos presencia en 25 estados del país, y que trabajamos a través de un grupo multidisciplinario de más de 100 mujeres que ejercemos el derecho, y 25 mujeres entre psicólogas y trabajadoras sociales, que en conjunto realizamos contención, asesoría legal, acompañamiento, representación legal y otros servicios jurídicos, a otras mujeres mexicanas que son, principalmente, víctimas de violencia contra la mujer en el ámbito doméstico o familiar.
En AFEMS, atendemos diariamente a entre 150 y 200 usuarias, que nos contactan a través de nuestra Línea de Atención Jurídica, y redes sociales (Facebook, Instagram y Twitter); de todas ellas, un 50% lo hace por temas de pensión alimenticia, en los contextos en los que el sujeto ya sea que no quiere pagar la pensión, pero si exigir los “derechos de progenitor”, o porque ha desaparecido totalmente, ignorando las responsabilidades alimentarias que tiene.
Ante el panorama mencionado, es importante recalcar que no pagar la pensión alimenticia, más allá de una irresponsabilidad, también es violencia, y va en dos sentidos: es violencia contra los derechos a las infancias, y es además una violencia directa en contra de las madres que son precarizadas, amenazadas, violentadas verbal, simbólica, física, psicoemocionalmente, y en ocasiones hasta sexualmente; y es por ello que desde hace muchos meses, nosotras desde AFEMS nos hemos centrado precisamente en este tema, en el que hemos podido ayudar a mujeres que están solas, para iniciar o continuar sus procedimientos legales, y así obtener las pensiones retroactivas y una seguridad en cuanto al pago en delante de la misma.
De igual manera, hemos logrado aplicar las leyes en materia penal ante el incumplimiento del pago de pensiones, así como de la pérdida de la patria potestad a los deudores alimentarios o progenitores que abandonaron. Igualmente hemos ayudado a muchas mujeres a recuperar a sus hijas e hijos, después de ser víctimas de sus exparejas, que realizaron acciones en contra de ellas para impedir que sus hijas o hijos tuvieran comunicación con ellas después de haberlas coaccionado a firmar convenios voluntarios en los que renunciaban a la guarda y custodia, amenazadas, en muchas ocasiones incluso de muerte, o de realizar daños a sus hijas e hijos si no firmaban; o bien, que fueron víctimas de sustracción de infancias por parte del progenitor.
A grandes rasgos, todo lo expuesto en este texto, es lo que engloba uno de los temas que más está golpeando a la infancia en nuestro país, y muy probablemente a todos los países de habla hispana, pues también hemos tenido la oportunidad de ayudar a mujeres de otros países con deudores mexicanos, lo que nos lleva a entender que es una problemática que va más allá del territorio de México, y que está vulnerando la calidad de vida de las infancias, y sus derechos mismos, tal como las organizaciones internacionales lo han dicho: “es una violencia directa a los derechos de las infancias”, y justamente por eso, es que ya existe una jurisprudencia en México que señala que ante el no pago de la pensión alimenticia, hay pérdida de la patria potestad, e incluso cárcel.
Ahora bien, aún habiendo legislación al respecto, el asunto medular de muchas de las violencias cometidas contra las infancias, incluida el no pago de la pensión alimenticia o el abandono después de la separación de sus progenitores, es la violencia vicaria. Si bien es cierto, este tipo de violencia abarca todo un abanico de situaciones que ya están legisladas en México, América Latina y a nivel mundial, también es cierto que tal concepto no aparece en nuestras legislaciones, y mucho menos es mencionada como un tema de agravante; y es de gran relevancia mencionar que este tipo de violencia se da solo cuando existe un odio hacia la madre y por ende, para molestarla, hacerle las cosas más difíciles, como burla, o simple odio, la lacera, incluso a través de las hijas e hijos en común.
Por ello, desde AFEMS consideramos que si el concepto de violencia vicaria estuviera tipificado como una agravante en todas estas situaciones de violencia (física, psicológica, económica, sexual) tendríamos un avance legislativo en México que puede incluso servir de referente en los avances legislativos de otros países de habla hispana; con ello, también pudiera lograrse una esfera más grande de protección para las mujeres e infancias, porque el Estado estaría admitiendo que, el hecho de que exista violencia en contra de las mujeres a través de sus hijas e hijos, o con acciones que también vulneran a las infancias, no es una cuestión casual, sino que hay toda una cultura machista y misógina, y que en efecto las mujeres estamos siendo vulneradas solo por el hecho de ser odiadas por un hombre.
Ahora bien, desde AFEMS, que estamos integradas por mujeres que hemos sido durante años activistas, podemos decir que hay una infinidad de situaciones que hemos visto en nuestro caminar; desde mujeres que como anteriormente mencionamos, han sido coaccionadas, amenazadas o manipuladas para firmar ciertos convenios y otorgar la guarda y custodia al progenitor o incluso a una tercera persona; o para acceder a pensiones alimenticias totalmente precarias a beneficio del progenitor; hasta casos en los que el sujeto desaparece con las hijas e hijos en común con la víctima, o bien, que desaparece sólo, y que hoy en día, con la situación de la pandemia, hemos atendido casos de madres con hijas e hijos en situación grave debido al COVID-19, en la que en los hospitales les piden a las madres, que para proceder con la decisión de intubar a las infancias o no, deben presentar la autorización del padre, el cual está ausente en todos los sentidos, y que si bien es cierto, es algo que se puede solucionar legalmente ante la emergencia, también lo es, que no debería pasar, porque también es violencia contra las mujeres, contra las infancias, y también es revictimización.
Finalmente, nos pronunciamos para señalar que es urgente y sumamente necesario que las autoridades atiendan al estudio de fondo de los actos de violencia vicaria en contra de mujeres e infancias, al no pagar las pensiones alimenticias, y con esto como base, es que lanzamos esta campaña, para pedir al Senado de México, que escuchen nuestras voces y legislen en favor de las mujeres, niñas, niños y adolescentes que son sometidas a este tipo de violencia, tipificando la violencia vicaria como agravante en los códigos penales y la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, salvaguardando en todo momento su aplicación a niveles estatales, y no sólo federal, de cualquier violencia cometida en contra de las infancias que también violente a la madre o que vaya dirigida a violentar a la madre, como lo es la omisión al pago de la pensión alimenticia. Creemos que entre todas y todos podemos ayudar, si recogemos 500 firmas en esta petición, las y los representantes políticos nos responderán en la página de Osoigo; así como que al difundir este testimonio con nuestros contactos de WhatsApp y redes sociales, muchas más personas lo puedan respaldar.
POR EL DERECHO A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA.
ABOGADAS FEMINISTAS – AFEMS.
Whatsapp: 55 1317 4262
Facebook, Twitter, Instagram: @AFEMSAbogadas