Soy Carla Ress García, madre de 3 hijos maravillosos (dos mayores de edad) quienes fueron procreados con mi primer esposo con el cual disolví el vínculo matrimonial el año del 2001. Después de 9 años (2010) contraje nuevas nupcias con quien procree una hermosa niña que hoy tiene 11 años de edad, y con quien no vivo y a quien veo muy poco desde hace más de seis años.

El padre de mi hija menor, con quien duré 5 años compartiendo nuestras vidas cotidianas, se la llevó el mes de junio del año 2015, sin aparentes motivos tomando todas las ventajas,  por medio de una llamada telefónica y aprovechando que yo no me encontraba en casa, debido a que yo llevaba a mis hijos mayores a la escuela y secundaria. En esa llamada me dijo que no volvería a ver a mi hija.

El padre de mi hija la sacó de casa cerca de las 7:00 am, envuelta únicamente en una cobija, y fue cuando dejé de verla, hasta que un Juez determinara para quién correspondía la guarda y custodia. Desde entonces inició este largo proceso donde las autoridades y jueces han violado mis derechos de madre y la convivencia con mi hija FMR, ya que su padre se ha hecho valer de recursos y acciones de mala fe  para romper el vínculo y evitar que yo tenga la guarda y custodia de mi menor hija así como permitirle a ella que conviva con sus dos hermanos.

Tengo más de seis años tratando y pidiendo a las autoridades que me escuchen, que vean todo este caso y que me permitan, finalmente estar de vuelta viviendo con mi hija de quien me he perdido los mejores años de su vida y el tiempo perdido a su lado nadie me lo regresará; he llevado una lucha incansable por recuperarla porque sé que ella me necesita.

En 2015, después de 6 meses sin saber dónde estaba mi hija y sin poder verla, ya que su padre la mantuvo retenida a su voluntad, el Juzgado 5° de lo familiar del supremo tribunal JUSTICIA del estado de San Luis Potosí dictó una custodia compartida en la que mi hija viviría 15 días con su mamá y 15 días con su papá hasta que se resolviera en definitiva el derecho a la guardia y custodia.

Sin embargo, el 31 marzo del 2021, como ya había hecho en reiteradas ocasiones, el padre de mi hija decidió volver a  retenerla valiéndose del amor que ella le tiene es muy  permisible en todos los aspectos, pues sé que no lleva una correcta educación, y que su padre la hizo cambiar y le impuso argumentos no propios de una menor de edad, pues mi hija solo cuenta con 11 años, y al término de los 15 días de su custodia mi hija me llamó para decirme que ya no quería vivir conmigo.   

Teniendo una  guarda y custodia compartida decretada ante un juez; durante 5 meses estuve sin saber  nada de mi hija y presenté una denuncia penal por la retención,  por medio de un exhorto de la fiscalía del estado de San Luis potosí. Fui a la recuperación de mi hija y en esa ocasión el padre se negó a entregármela, mientras ella me decía en llantos que sí se quería venir conmigo y con sus hermanos,. Él no le permitió la reintegración a la custodia decretada por el juez de lo familiar;  él siempre, desde el año 2015, se conduce a la retención de mi hija, y a razón de esto él únicamente accedió a dejarme convivir con ella los días lunes de cada semana durante solo 1 hora. 

El padre de mi hija ha dificultado todo este proceso, con actos de mala fe, artimañas y toda clase de recursos legales para retrasar el proceso junto con sus abogados, dejando en claro que quiere quedarse con la guarda y custodia de mi hija sin importarle el dolor y sufrimiento que ha provocado a mi familia. Su intención siempre ha sido arrebatarme a mi hija a costa de lo que sea.

Yo sé que él no se encarga del cuidado de nuestra hija, y es su madre (la abuela paterna),  adulta mayor que no tiene la capacidad de cuidar de mi hija, quien se encarga de todas sus necesidades. Mi hija vive con todo el mundo menos con su papá, en diferentes casas, así como varias de sus tías, quienes la cuidan. Es decir, todo el mundo se hace cargo de ELLA, menos su papá.

Durante todos estos años me he confrontado no únicamente a juzgados, jueces y abogados totalmente indolentes y ajenos al dolor de niños y niñas como FMR, que quedan en medio de un pleito y que les impide tener una calidad de vida, de salud mental y emocional. También la sociedad ha contribuido a que mi caso sea todavía menos llevadero. Sin conocer el expediente y todo lo que yo he pasado hay personas que aseguran sin rastros de dudas, que yo he sido una mala madre. Él siempre se ha victimizado y justificado ante juzgados, tribunales, la sociedad y el Estado. 

En ese sentido, he de decir, el padre de mi hija ha lanzado contra mí denuncias infundadas sobre la supuesta violencia que yo ejerzo hacia mis hijos; incluso se dio a la tarea de involucrar al padre de mis dos hijos “pidiéndole” que él también peleara la custodia, cuando ellos eran menores de edad buscando un aliado. Si quisiera o tuviera intenciones de mejorar las cosas y, por ende, de darle más tranquilidad a nuestra hija, no entiendo por qué ha reaccionado de esta forma. Él ha ejercido una violencia constante hacia mi hija, mis hijos y mi persona y la sigue ejerciendo. 

Sus denuncias son falsas y no han sido legalmente reconocidas. Se ha negado también a que mi hija sea valorada psicológicamente por medio de amparos para confirmar sus dichos. Ha faltado a audiencias alegando enfermedad, o cambio de abogado, etc. Y ante su actuar no pasa nada. Tengo más de seis años, casi siete... ¡7 AÑOS! Luchando contra todo esto, y creo que ya ha sido suficiente. 

Quisiera que las personas que me rodean fueran más empáticas y solidarias con casos como el mío, que las autoridades se den cuenta de la vulnerabilidad en la que se encuentran muchos niños y niñas en casos como el de mi hija FMR; Que existieran protocolos que velaran por la salud y el bienestar, de los niños y niñas que quedan en ese lugar, y que sobre todo no permitieran conductas que les afectaran. 

Por eso he lanzado esta campaña de difusión en Osoigo.com, para llegar a las personas correctas, a las autoridades con un poco de empatía, que revisen el expediente interpuesto, mi situación, y que determinen lo que mejor para FMR. ¡Ayúdame compartiendo mi testimonio y firmando esta petición!

¡Muchas gracias!