¡Hola! Mi nombre es Yohanna María Nava Cortéz, tengo 33 años, resido en Puerto Colombia y mis dos hijos, Isaac Antonio y Samuel Alejandro de cuatro y cinco años son migrantes, al igual que yo. 

Debido a los inconvenientes sociales y económicos presentados en mi país de origen Venezuela, tuvimos que migrar junto con mis dos hijos y mi esposo a Colombia en busca de mayores oportunidades tanto laborales como educativas, sociales y de salud para nuestros dos hijos.

Desde que los niños llegaron a Colombia, entraron a una guardería religiosa ubicada en Puerto Colombia, la cual nos ha brindado un gran apoyo y ayuda, pues son muy dedicadas a los niños, y mis hijos han podido potenciar su aprendizaje e interacción con los demás al tener una atención integral que fortalece su pleno desarrollo. No obstante, cuando ellos entraron a la guardería, comenzó la pandemia y la integración con los niños tuvo que ser suspendida por las medidas de bioseguridad, así que todo se transformó a la virtualidad y durante este proceso el mayor de mis hijos pudo ingresar a transición. Ahora él vive muy contento, quiere ir todo el tiempo a estudiar y a ver a sus compañeritos, cuando es permitido. No obstante, al inicio de la migración, fue muy difícil para los niños la adaptación, el cambio de clima, de comida, personas, ambientes y el contagio de enfermedades, son temas difíciles para un niño o niña migrante.

Como bien sabemos, la salud es un derecho para niños, niñas y jóvenes migrantes, por ello esperamos que nuestros hijos sean atendidos, específicamente por un optómetra ya que, cada uno de ellos, presenta una diferente enfermedad visual. 

Es por esto que, tanto la educación como la salud son elemento que permite a nosotros la población migrante adaptarnos e integrarnos, a la sociedad a la cual llegamos, en nuestro caso al atlántico, y evitando así, en gran medida las divisiones sociales que causa la llegada masiva de personas migrantes a los países como Colombia, de ahí la importancia de garantizar estos derechos tan importantes a los niños, niñas y adolescentes que vienen de otros países. Mi petición al Congreso de la República es: ¿Por qué no se brinda de manera más óptima la atención necesaria y obligatoria a los niños migrantes y en condición de vulnerabilidad en los ámbitos de salud y educación?

Es momento de generar empatía con todas las personas que nos rodean, especialmente con nuestros niños. Por esta razón, ¡apoya nuestra petición! Con 350 firmas, será presentada a los políticos del Congreso para que la respondan en la página de Osoigo. Ayúdanos y sé parte del cambio, es momento de apoyar y hacer la diferencia.

Aldeas Infantiles SOS patrocina esta petición. En nuestra organización buscamos fortalecer las capacidades de las familias para la protección, cuidado y crianza de las niñas y los niños y apoyar a los jóvenes que han perdido el cuidado de sus familias y ahora están en proceso de independización para que logren sus metas.