Mi nombre es Ximena Zevallos y mi pasión es la educación. Desde muy chica estaba entusiasmada por convertirme en profesora, pero veía cosas que me disgustaban y que me desanimaban en perseguir mi actual carrera.

Yo no quería tener un sueldo bajo, o pasarme horas interminables encerrada en un aula de clases. Al salir del colegio, busqué un cambio radical, por una profesión más rentable, siendo consciente que no era lo que amaba. Sin embargo, se me dio la oportunidad de trabajar en el colegio en el que estudié y pude confirmar, una vez más, que lo mío era la educación. Fue el mejor cambio que pude hacer en mi vida, pero también me hizo conocer de primera mano las dificultades y retos por las que pasamos los educadores que realmente queremos generar un cambio.

Así llegué a abrir el blog llamado “La Pobresora”, un espacio en el que trato de abordar de manera graciosa, o más empática, la realidad trágica que tiene le educación en el Perú. Es un tema que he querido abordar sin entrar en lamentaciones o quejas, sino a través de ideas para sobrevivir en este contexto desfavorable.

Como profesora de educación básica regular, y también universitaria, he visto la devaluación que se ha dado sobre la carrera de Educación; cada vez hay menos personas que quieren seguir esta vocación, a pesar de que necesitamos más profesores y profesoras que nunca. Sabemos la visión que se tiene de un docente: una persona sin importancia, que solo se dedica a cuidar niños, revisar cuadernos y dejar tareas. Esto tiene que cambiar.

Lo que más me mueve es que se pueda revalidar el trabajo del docente. Que nos demos un tiempo para pensar lo importante que es un docente. Siento que falta esa mirada de real valor al proceso educativo. Me he encontrado con muchos docentes muy desmotivados. En otros países la gente se esfuerza demasiado por ser nombrados, más que para estar en el sector privado.

Tenemos que entender el problema educativo que tenemos en el Perú desde la raíz, dándonos cuenta que si los profesores y profesoras, que son el inicio del camino, no se encuentran bien, lo demás tampoco lo va a estar. Todos los lugares del Perú necesitan educadores, pero no todos los lugares tienen lugares para estudiar esta carrera. Esto es increíble. ¿Cómo fomentamos que la gente quiera prepararse como Educadores?

Desde mi tribuna trato de capacitar a docentes, con precios accesibles o asociándome a empresas para ofrecerlos de forma gratuita. Es el granito de arena que puedo dar para mejorar.

También es por eso que he iniciado esta campaña de la mano de Osoigo Perú. Si queremos que la calidad de la educación en nuestro país cambie, necesitamos que la mirada que hay sobre las educadoras y educadores también cambie.

Súmate a esta campaña dando click en “APOYAR”, llenando el formulario o firmando con tu cuenta de Facebook. De esta forma me estarás ayudando a llevar esta problemática a las autoridades. ¡Tu firma puede hacer la diferencia!