¡Hola! Soy Victor Paytuvi, tengo 26 años y vivo en la ciudad de Medellín. Después de muchos años trabajando para una empresa, di un salto y quise ser emprendedor creando mi propia marca llamada Mika, que nace en honor a mi perrita y a la felicidad que siente al estar en la naturaleza, corriendo por los bosques con ese amor y respeto por los espacios que la madre tierra nos brinda y que a su vez también mueven a la marca. 

Mika es un marca de ropa sostenible en cada uno de sus procesos con el fin de mitigar nuestro impacto ambiental lo máximo posible. Evitamos el uso de materiales como el poliéster y el nailon, que son tejidos sintéticos y esencialmente plástico que provocan que las microfibras liberen una forma de contaminación microplástica. Por eso, nuestras camisetas están hechas de algodón orgánico, un material que, al estar al contacto con el medio ambiente, se puede biodegradar fácilmente.

Por otro lado, el estampado es a base de agua. Es decir, su composición es mayormente agua y libre del 50% de químicos que generalmente se usan en la industria de la moda.

A su vez manejamos dos empaques por cada pedido. El primero es una bolsa de seguridad a base de maíz 99 % compostable, necesaria para hacer el envío de las compras. Y el segundo es una bolsa de tela ecoamigable que va dentro de la bolsa de seguridad para mayor protección de las camisetas y que además se puede reutilizar.

Cada uno de los procesos de fabricación tratamos de que siempre sean sostenibles, desde la materia prima hasta las condiciones laborales de las personas. Así mismo, conseguimos que nuestros proveedores realmente certifiquen que sus materias primas sean amigables con el medio ambiente. 

También buscamos que la empresa de envíos nos muestre su certificado de reducción de huella de carbono, porque no puede ser posible que nuestra ropa sea sostenible, pero que las demás áreas que la conforman no lo sean. No sería coherente. 

Tenemos dos enfoques en Mika: uno es la fabricación de nuestras camisetas en PET reciclado, un proceso muy chévere. Aunque es difícil que el cliente sea consciente de que de todas formas es una camiseta de plástico reciclado, pero que sigue siendo plástico. Por ende es importante que lo compre de manera consciente, más que por moda, porque la idea no es que tenga solo dos o tres posturas para luego ser desechada, ya que terminaría siendo una botella de plástico en el mar. 

El otro enfoque, que es el que más busco y quiero, es el de fabricar las camisetas en algodón orgánico, ya que es un material natural que no hace daño al planeta. Desde Mika quiero llevar dos mensajes importantes: el primero, que cada acción que lleven en su día a día los lleve mitigar su impacto ambiental. Y el segundo, que la moda puede ser simple, fresca y eco, sin complicaciones y sin hacer daño al mundo. 

Por eso, esta petición que dirijo al Congreso la hago con el interés de que se fijen en este tipo de emprendimientos, economías responsables y modas sostenibles. Espero que puedan apoyar estas iniciativas mediante proyectos de ley y, así mismo, que se promuevan proyectos que fortalezcan los procesos pedagógicos sobre la lucha contra el cambio climático, pues actualmente son muchas las personas que desconocen este tema y sus consecuencias. 

Gracias a los lectores. Por favor apoyen y compartan esta petición. Necesitamos 350 apoyos en la web de Osoigo para presentar esta petición a los políticos del Congreso y obtener una respuesta. Los invito también a conocer mi tienda en Instagram @themikaco. ¡Un abrazo!