Me llamo Tatiana y tengo 28 años. Nací y vivo en Tenerife pero, durante una temporada, residí en Madrid; durante ese tiempo, me quedó todavía más clara mi orientación sexual, me gustaban las mujeres. Cuando volví a Tenerife tiempo después, encontré mi lugar, comencé a estudiar psicología infantil a la vez que trabajaba y me di cuenta de que lo que verdaderamente quería era ser madre.

Por aquel entonces, yo no tenía pareja pero eso no me importaba, quería ser madre y para eso no hace falta a nadie más así que comencé con el proceso. Poco después vino el covid y todo se paralizó, no pude continuar con mi tratamiento.

Cuando le conté a mi familia que quería ser madre soltera, para mi sorpresa, me apoyaron muchísimo, más que otra gente de mi entorno de mi misma edad cuya respuesta me sorprendió en algunos casos y no para bien. 

Actualmente tengo pareja, fui totalmente sincera con ella desde el principio, pudo sorprenderle un poco pero lo terminó aceptando sin problemas. Desde que estoy con ella, mucha gente me ha llegado a decir que tengo que replantearme las cosas, que ahora estoy con alguien pero no, las parejas van y vienen y yo quiero hacer esto de verdad,  hay que respetar los sueños de todos y, el mío, es ser madre; todas las parejas tienen que tener sueños en común pero no podemos olvidarnos de los propios.

Durante este proceso, tuve que alejar a mucha gente de mi vida, soy de la opinión de “si no aportas, aparta” y la actitud de parte de la gente que me rodeaba me demostró que, a día de hoy, esto todavía no está normalizado. Tengo recursos más que suficientes para mí y para mi futuro hijo/a, sino no lo haría.

Llevo seis meses en tratamiento y no han sido muy fáciles. Siguen el mismo protocolo para todas las mujeres que quieren quedarse embarazadas, sin tener en cuenta el caso personal de cada una. Llevo meses tomándome anticonceptivos como tratamiento siendo homosexual, no tienen en cuenta ni tu orientación sexual a la hora de recetártelos; yo no tengo problemas de concepción y me los dan como a una pareja heterosexual que tiene problemas para concebir.

Necesitamos tratamientos personalizados, las mujeres lesbianas tenemos otras circunstancias, nos tratan como si tuviéramos problemas para concebir y no es así.

Me dirijo a los miembros del Parlamento de Canarias (Sede de Santa Cruz de Tenerife) para pedir un tratamiento médico especializado para todas aquellas mujeres que quieran quedarse embarazadas en función de su orientación sexual y adaptado a sus necesidades, no todas tenemos la misma situación. Espero que, las que vengan detrás de mí, lo tengan un poquito más fácil que yo.